Era muy temprano en la mañana Frank estaba recordando lo que había pasado días atrás entre él y Alice.
— ¿De verdad quieres pasar todos tus días conmigo? — me pregunto mientras me miraba sonriente.
— Por supuesto — dije sin pensarlo dos veces.
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No podía sacar esos recuerdos de su mente, los recuerdos se convirtieron en fantasías, fantasías en las que imaginaba toda su vida junto a ella, observar sus hijos crecer, sus nietos nacer y todo lo quería hacer tomado de su mano.
Termino de darse un baño, bajo las escaleras en busca de Alice, estaba leyendo como de costumbre, había algunas personas más en la sala, pero eso no evitaría que hiciera la pregunta que estaba por hacer, se acercó a ella sin dudarlo y se colocó frente a ella esperando que notará su presencia, Alice lo miro dejando el libro de lado y sonrió al instante.
— De verdad quiero pasar todos los días contigo — dijo Frank, ella se levantó del sillón para luego abrazarlo — no puedo dejar de pensar en ti todo el tiempo — el tomo de los hombros — es ridículo pensar hacerte esta pregunta más adelante...
— ¿Cuál pregunta? — dijo sin entender.
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— ¿Te casarías conmigo? — hizo la pregunta, los que se encontraban en la sala observaron la escena — no te he comprado anillo, pero no puedo esperar más para saber tu respuesta — explico.
Alice se quedó atónita, observo a su alrededor esperando que no hubiera sucedido en su imaginación, todos estaban emocionados mirándola lo cual significaba que realmente estaba sucediendo, regreso su atención a Frank y sonrió.
— Por supuesto que sí quiero — se lanzó a él y lo beso, toda la sala se llenó de gritos y aplausos.
...
Días atrás Ben por fin se atrevió a invitar salir a Cissy, justo ahora estaba pasando la tan esperada cita, caminaban por los terrenos del castillo sólo apreciando la compañía del otro, se miraban de vez en cuando y sonreían, hablaron de temas sin sentido.
