¿Quién es Agust D? / YoonMin [FINALIZADA]

Capítulo 1: "Estúpida libreta"

No me llevaba muy bien con Min Yoongi, era demasiado callado y su silencio muy misterioso para mi gusto, pero era parte del grupo y hacía muy bien su trabajo, así que solo me dedicaba a colaborar con él en las coreografías y canciones. Todos los integrantes solíamos salir por las noches a algún bar o discoteca cercana para distraernos, pero él no iba siempre y cuando lo hacía, se quedaba sentado con audífonos y escribiendo garabatos en una libreta pequeña que traía siempre en su bolsillo, la cual era sagrada, si alguien llegaba a tocarla se ganaría su odio eterno, y yo fui uno de ellos.

La encontré sobre el sillón de la sala un día por la mañana, no había nadie despierto además de mi como para preguntar de quien era su dueño, entonces la abrí, reconocí la letra de Suga al instante, tenía un rap extraño escrito allí, con un lenguaje vulgar y muy diferente al estilo de BTS.

Un ruido sordo resonó en toda la habitación y caí al suelo con un fuerte dolor de cabeza, mi vista se nubló por algunos segundos y caí de rodillas al piso.

—Nadie te ha dado permiso para leer mis cosas, pedazo de mierda —Me arrebató fuertemente la libreta de las manos y se fue, dejándome tirado en el piso, con fragmentos de un rap y un fuerte dolor en mi cabeza.

Desde ese momento me detesta, no me dirige la palabra y me mira con bastante odio, no puedo creer que por tomar una estúpida libreta él se enfadara tanto, era estúpido.

Llegó el día donde nos quedamos solos en casa, todos salieron a beber y yo no pude ir por un fuerte dolor en mi pecho que sentía hace días atrás, y Suga se quedó simplemente porque no tenía ganas de salir a un lugar tan ruidoso, ambos estábamos en el salón principal y no hablábamos, incluso me evitaba de una manera horrible, si yo me sentaba a su lado el se iba a sentar a otro sillón para no tocarme ni hablarme, como si le causara asco tener algún tipo de contacto conmigo.

—Min Yoongi, ¿que te pasa? —Le pregunté cuando vi que se levantó de su asiento, se detuvo en seco para luego revolver su cabello y mirarme a los ojos, enfadado.

—Lo que más odio en esta vida es que la gente se meta en las cosas de los demás, y al parecer ese es tu hobby —Lo quedé mirando atónito mientras se alejaba por el pasillo hasta llegar a su habitación, este chico no era normal, no es normal odiar tanto a una persona por algo así.

Solamente seguí  jugando mientras trataba de ignorar el fuerte dolor de pecho que venía de vez en cuando, el videojuego "Call of Duty" era uno de mis favoritos y feliz estaría jugandolo por horas, pero ya eran las tres de la madrugada y mañana teníamos que levantarnos temprano para grabar el videoclip de "Save Me" que llevábamos preparando bastante tiempo.

Apagué todas las luces que estaban encendidas por la casa y me fui a dormir. Al pasar por la habitación de Min Yoongi me di cuenta que todavía había luz y que aún seguía su música, era extraño ya que siempre suele tener mucho sueño y nunca seguiría despierto a estas horas de la noche, puede que no lo conozca muy bien y que no me agrade, pero eso era algo que todo el mundo sabía y obviamente yo lo tenía bastante claro.

Con todo el miedo del mundo abrí la puerta y entré, él estaba allí, sentado en su cama ya dormido y con sus auriculares puestos, la música estaba muy fuerte y no supe como podía dormir con esas cosas en las orejas, bueno, es Suga después de todo, se los saqué con mucho cuidado y delicadeza dejándolos a un lado y luego me dirigí a apagar la luz, encontrándome con aquella preciada libreta la cual provocó su odio hacia mi, esta estaba abierta y pude leer unas cortas frases que estaban escritas en vertical sobre el blanco papel.

"Esta categoría del k-pop no es del tamaño suficiente"

Quería seguir leyendo, pero los ronquidos de Suga me tenían intranquilo así que decidí salir, al cerrar la puerta con mucho cuidado para no despertarlo comencé a pensar, "esta categoría de k-pop no es del tamaño suficiente..." ¿acaso no le gustaba estar en la banda? O peor aún, ¿solo nos usaba para ganar fama? Una lluvia de dudas llegaron a mi cabeza, me sentiría realmente mal si eso pasara y yo supiera de esto antes, sería cómplice de eso.

Unas voces se escucharon afuera, eran los chicos que estaban llegando de su fiesta y si Jin se entera de que yo aún estoy despierto de seguro me regañará, así que corrí hasta mi habitación y me dormí lo más rápido posible.

(...)

Ya eran las siete de la mañana y Taehyung se lanzó sobre mí para despertarme, compartíamos habitación y siempre era muy ruidoso para todo, cosa que me desagradaba en algunos momentos, pero era algo que lo marcaba y lo hacía diferente de los demás. Con toda la pereza del mundo me levanté y fui a la cocina, encontrándome con Jin cocinando algo para el desayuno y a todos sentados en la mesa, menos Suga quien probablemente aún seguía durmiendo.

—Jimin, ¿podrías ir a despertar a Yoongi? Tiene el sueño muy pesado, por favor —Todos los que estaban sentados en la mesa rieron bajo, era obvio, SeokJin hacía esto para mejorar nuestra relación, sin saber que la empeoraba cada vez que me hacía hacer cosas así. Asentí algo molesto y fui a su habitación, abrí la puerta con cuidado y lo encontré en la misma posición de anoche, sentado sobre la cama y con la misma ropa que ayer.

Me acerqué a él para ver su rostro cuando duerme, nunca lo había visto tan de cerca y me parecía tierno verlo así, sin su típico ceño fruncido y cara de enojo. Tomé su hombro y lo moví levemente, solamente recibí una queja de su parte.

—Vamos Min Yoongi, despierta —Abrió lentamente sus ojos y bostezó, pero al verme me empujó hacia atrás y agachó su cabeza evitando mirarme a los ojos.

—Pensé que hoy sería un buen día, pero ver una asquerosidad como tú tan temprano me arruinó todo, ahora vete Park —Se levantó de la cama y me empujó hacia la puerta, pero yo no me fui como siempre lo hacía cuando el me molestaba.

—Si solo quieres ganar fama de la banda no deberías tratar así a sus integrantes, no lo sé, es un consejo amigo —Revolví su cabello para demostrarle que no lo decía de una mala forma, pero tomó mis muñecas y me acorraló contra la pared.

—¡¿Que dijiste pedazo de mierda?!  

Pensamientos de Park Jimin