¿Quién es Agust D? / YoonMin [FINALIZADA]

Capítulo 15: "Todo es mi culpa"

—¡Sun Hee! —No podía creerlo, ella estaba aquí, frente mio.

—¡¿En serio eres tú?! —Al escuchar su voz pude convencerme, era ella.

Corrí hasta Sun Hee y la abracé, noté inmediatamente que yo había crecido ya que le ganaba por una cabeza o quizás más desde la última vez que nos vimos, ella correspondió a mi abrazo y escondió su cara en mi pecho.

—Dios, estoy tan feliz de encontrarte Yoongi, no pensé algún día hacerlo —Se aferraba cada vez más a nuestro agarre, ambos estábamos demasiado emocionados y el silencio invadió la casa, pero no fue para nada incomodo, al contrario, fue lo más hermoso.

—Tu sigues igual de estúpida que antes —Comencé a reír— Era obvio que algún día nos encontraríamos, cueste lo que cueste lo habríamos hecho.

—Idiota, siempre tan seguro de todo —Golpeó levemente mi abdomen — Pensé que te habías olvidado de mi, me sentía abandonada —Hizo mohín.

—¿Olvidarme de ti, por qué lo haría?

—Vamos Yoongi, o debería decir, Suga —Comenzó a reír y me soltó.

—Hey... ¿que tienes con mi nombre?

—Nada, solamente que es muy tierno para una persona tan seria y que se enfada por todo.

—Me lo asignaron por mi piel blanca, es solo eso —Desvié la mirada hacia el piso— Aprovechando que estamos aquí... ¿te gustaría tocar el piano?

Vi como sus ojos brillaron a mi petición y rápidamente se sentó frente al piano, hice lo mismo y acaricié las teclas del viejo instrumento que ahora nos brindaría un momento hermoso que sin duda no olvidaría en mucho tiempo. La melodía comenzó a sonar, era la que ella me había enseñado la primera vez que nos vimos, pero esta vez salió perfecta, sin ninguno error ni nada.

—Haz mejorado mucho, no creí haberte enseñado tan bien.

—Después de que me enseñaras decidí seguir el camino de la música, me especialicé en el rap y ahora estoy donde estoy —Le sonreí.

—Me alegro mucho, me encanta verte feliz por logra tu sueño y mejor aún, que yo comencé eso.

—Si... —Me aclaré la garganta y nuevamente desvié la mirada, estaba demasiado nervioso— ¿Te gustaría ir a comer algo? Ya son las... —Miré mi reloj de pulsera — siete de la tarde...

—Pero yo debo irme a Seúl ahora mismo, llevo horas viajando y acabo de llegar...

—¡Yo igual tengo que ir a Seúl! —La interrumpí— ¿Vamos?

Ella solamente asintió y nos despedimos del preciado piano que nos unió hace algunos años, para luego salir de la casa y subirnos a mi auto. Ya era de noche y no habían tantos automóviles en la carretera, cosa que agradecí ya que tenía mucho sueño por no haber dormido por un día y peor aún, estar conduciendo. Nos esperaba un largo viaje, pero sabía que este sería corto ya que estaba con ella, con la persona con la cual tenía tanto que hablar, tanto que contarle. Al principio había una atmósfera callada, yo no sabía por donde empezar y creo que ella tampoco, pero decidí romper la atmósfera con la pregunta que hace años rondaba por mi cabeza.

—¿Por qué te fuiste? —Vi como me miraba sorprendida.

—Eso es... una larga historia —Su voz temblaba un poco.

—Tenemos tiempo, pero si no quieres contarme no tengo ningún problema...

—Te lo contaré —Interrumpió— Es algo que debes saber.

Vi como revolvía su cabello con duda, se notaba nerviosa y no la culpaba, nadie podía irse de un día a otro sin ningún motivo, algo debió haber ocurrido, algo lo suficientemente grave para irse sin despedirse.