Capítulo Siete

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Narra Ashley:

    Miré con asombro al moreno que estaba a mi lado. ¿Realmente había dicho que sí?

— Aquí tienen todos los papeles—el chico nos entregó un sobre amarillo largo. Al recibirlo me percaté que mis manos estaban temblando y no era para menos. No me encontraba en una situación como esta todos los días.— Muchas gracias, de verdad—dijo para irse con la chica que no dejaba de sollozar.

    Ambos comenzaron a caminar dejándonos atras junto al hermoso bebé. Yo todavía no podía asimilar que ellos abandonaran a su hijo. Si perder a una mascota era difícil, mucho más lo era perder a un hijo. Me negaba a creer lo que ellos acababan de hacer.

— ¡Esperen, por favor!—grité corriendo detrás de ellos.— ¿No quieren tener comunicación con él?—pregunté al ver su sufrimiento. Supuse que debía ser una situación muy dura para ellos. Yo era capaz de dar mi vida por mis inquietos gemelos, eran lo más que amaba en este mundo.

— No podemos—lloró la chica, mi corazón se rompió al ver sus lágrimas caer. Daba gracias a Dios por permitir que los gemelos estuvieran conmigo.—  Nuestros padres nos tienen vigilados—respondió con hipo producido por el llanto.

— Bueno pero, no sé, cuando sean adultos o un poco mayores—dí la opción pero el chico negó.

— El destino nos volverá a unir si así lo quiere—habló el chico. Besó la frente del bebé adormilado en mis brazos y se fue sin más.

— ¿Y ahora?—me dirigí a Zayn.— ¿Qué haremos?—pregunté besando la frente del adorable bebé quien se removía en mis brazos sin entender muy bien lo que pasaba.

— No sé, sinceramente. Creo que Jackson es nuestro ahora—respondió cogiéndolo en brazos.— Vámonos—.

   Caminamos hacia el auto despacio. Analizando aún lo que había ocurrido pocos minutos atrás. Giré mi cuerpo para observar a aquellos jóvenes y se me rompió el corazón.

    Ambos caminaban bajo la luz de la luna decaídos. El cabello de la chica era azotado por la fuerte brisa que había, ella trataba de arreglarlo inútilmente. Las lágrimas que ella tenía en sus mejillas no pasaron desapercibidas ante mí. Poco a poco las gotas saladas en su rostro fueron mezcladas con el agua dulce que caía de una nube que se posó sobre nosotros. Me dolía verla así, yo sabía qué se sentía perder a un hijo.

Sentí un pequeño halón. Era Zayn.— Adelante— señaló la puerta abierta indicando que me sentara.

— Gracias—dije al sentarme en el asiento de cuero.— Ven, hermoso—cogí al bebé en brazos quien se acurrucó en mi pecho.

    Zayn le dio la vuelta al auto y se subió para luego encenderlo. Miré hacia atrás y vi a los niños que estaban durmiendo. Nathan tenía un pequeño puchero mientras Chloë balbuceaba palabras incoherentes. Esa niña hablaba hasta dormida.

    El bebé comenzó a llorar en mis brazos, lo mecí pero no sirvió de nada. Siguió sollozando mientras apretaba mi camisa arrugandola un poco, la verdad, no me importó. Estaba más preocupada por su inquietud que por mi ropa.

— Voy a llamar a mi asistente. Tengo una casa que no uso hace bastante tiempo por lo que mandaré a que la amueblen y pongan todo lo necesario—me informó Zayn saliendo del estacionamiento, yo solo asentí.

     Comenzó a teclear en su celular luego de haber dicho aquellas palabras. No sabía a cuántas personas había llamado pero sí que fueron muchas. Gracias a Dios, utilizaba la opción de 'manos libres', lo menos que yo quería era un accidente.

    Era impresionante la cantidad de contactos que puede tener una persona con tanto dinero y poder. Yo a duras penas tenía cinco números telefónicos.

Corazón Roto (Zayn Malik) |Completada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora