Capítulo Veinte

116 2 0
                                    

Narra Stephen:

   Abrí la puerta de aquella habitación tratando de pasar desapercibido. Caminé cautelosamente para que nadie notara mi intención de escapar con los niños. Solté un gruñido cuando vi unos tipos acercase a mí mirándome sospechosamente.

— ¿Para dónde llevas los niños?—preguntó el hombre de tez negra.

— Los llevaré a otro lugar, tengo permiso para hacerlo—mentí tratando de lucir lo más relajado posible.

   Él no dejó de mirarme en ningún momento y eso me puso nervioso. Le había prometido a Ashley que los sacaría de aquí y tenía que cumplirlo.

— A mí no me dijeron que alguien se llevaría a los niños—habló el otro hombre agarrando mi brazo fuertemente. Tragué gordo, el plan no estaba saliendo como yo pensaba que lo haría.

— Déjalo, hombre—volvió a hablar el de tez oscura.— Además yo vi que fue él quien los trajo. Están bajo su custodia—dijo apartando el brazo de su compañero.

— De acuerdo—aceptó finalmente.— Cuidado por ahí—me advirtió y asentí.

   Di la vuelta y comencé a caminar rápidamente de nuevo. No quería volver a encontrarme en aquella situacion porque no sabía si contaría con la misma suerte. Suspiré alegremente cuando ya me encontraba fuera de aquel edificio. Faltaba poco para escapar solo necesitaba un auto.

— ¿Dónde está mamá?—preguntó Chloë reprimiendo un sollozo.

— Ella estará bien, cariño. Mamá es fuerte y eso lo saben ustedes—besé la cabeza de cada uno.

— Tenemos que ir por ella. Yo la tengo que proteger, papá—suplicó Nathan. Yo solo cambié mi cara para no chocar con su mirada suplicante.

    Me agaché rápidamente detrás de un auto al escuchar pasos aproximarse. Era ahora o nunca.

— ¿Quién anda ahí?—preguntó la persona oculta entre grandes abrigo.

    No respondí, sin embargo, corrí hasta él y lo golpeé en la espalda. Tuve la suerte de que era uno de los nuevos y no sabía defenderse tan bien como yo lo hacía. Luego de varios minutos de pelea pude quitarle las llaves luego de haber golpeado su cabeza contra la parte trasera del auto. Hice una mueca al ver como caía inconciente al piso. Al menos, me reconfortó el pensamiento de que lo hacía por Ashley y mis hijos.

— Corran, niños—los llamé entre susurros. Afortunadamente, ambos me escucharon y llegaron hasta mí.

— ¿A dónde vamos?—preguntó Nathan mas yo no contesté y me dispuse a abrocharle los cinturones de seguridad.

   Me subí al auto y lo puse en marcha rápidamente pero no fue hasta que me encontré alejado del edificio cuando aceleré a toda prisa. Necesitaba buscar ayuda lo antes posible. No me importaba que me atraparan y se dieran cuanta de que los había traicionado pero temía por la vida de mis hijos.

— ¡No podemos dejar a mamá!—gritó Nathan soltando grandes sollozos.— ¡Ese señor le está haciendo daño!—volvió a gritar y yo cerré mis ojos por un momento tratando de buscar las palabras adecuadas para explicarle lo que estaba pasando.

— Mamá estará bien, chicos. Ahora lo más importante es salir de aquí—les dije pero eso no detuvo su llanto.

    Solté un suspiro resignado y seguí conduciendo. Lo hice con la mayor rapidez y precaución posible.

    Me detuve frente a aquel edificio al cual le había temido por años. No tuve que pensarlo mucho para tomar mi desición. Le había prometido a Ashley ser un mejor padre y para eso debía pagar por todos los delitos que había cometido. Me sentía mal al dejar a los niños sin madre y padre pero debía hacerlo si quería avanzar. Si no lo hacía estos demonios me estarían atormentado de por vida y nunca sería una mejor persona.

Corazón Roto (Zayn Malik) |Completada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora