Narra Zayn:
— ¡Niños, deben bajar a comer!—grité por enésima vez.
Suspiré fustrado, ya me había cansado de la misma mala actitud se siempre. Desde la muerte de Ashley nada fue igual y yo sabía que esto pasaría pero no pensé que cambiaría tanto. Lo peor de todo, es que había cambiado para mal.
Ya los gemelos no eran los mismos de antes. Se habían convertido en dos almas sin sentido ni propósito. Les daba igual la escuela, vivían para hacer enojar a las personas y no les importaba lo que ocurriera con el resto del mundo. Ellos vivían en su propio caparazón y era imposible intentar ser parte de ellos.
Había contratado a más de diez psicólogos y ninguno había logrado nada. Ya me había dado por vencido con ellos, al igual que todos los adultos que intentaban ayudarlos. Yo solo esperaba y tenía esperanzas de que fuera una etapa de niños rebeldes y se les pasara pronto.
El cumpleaños de ambos se acercaba pero eso no lograba ningún cambio en sus actitudes. Al contrario, su animo había empeorado. Por más que había tratado de entusiasmarlos, no lo había logrado. Ellos se empeñaban en empeñar su faceta como pequeños rebeldes malcriados.
— ¡Ya voy, deja de gritar!—escuché el grito de Nathan. Rodé los ojos y continúe cocinando el desayuno.
— Buenos días—saludé sonriente al escuchar pasos en la cocina. Como era de esperarase, no obtuve respuesta.
— Hola, pequeño Jack—escuché que Chloë saludó a un, no tan pequeño, Jackson sonriente.
— ¡Pequeño Tarzan!—gritó Nathan alzando a Jackson en brazos.
— Hola, niños—saludé tratando de obtener su atención.
— Hola, papá—Jackson fue el único que respondió. Les sonreí y los gemelos cambiaron sus miradas, evitando la mía.
La relación que tenían los niños entre ellos era lo único que me hacía feliz. A pesar de que los gemelos habían cambiado mucho, y en todos los aspectos, seguían tratando a Jackson como el rey de la casa. Conmigo, había sido todo lo contrario aunque no desde siempre. Al principio, sí estuvieron cortantes pero todo mejoró con el paso del tiempo, sin embargo, eso no duro mucho y no tenía idea del porqué.
— ¡Hola, amor!—escuché el chillido de mi actual novia.
— ¿Esta durmió aquí?—preguntó Chloë señalando con desprecio a Samantha.
— Chloë—le reñí molesto.
Si había algo que era irritable, eran las continuas peleas entre Samantha y los niños. Cada vez que nos encontrábamos juntos formaban una riña que llegaba a ser un dolor de cabeza. Incluso Jackson se dejaba influenciar por sus hermanos mayores y era cómplices de las maldades que le hacían. La más inocente fue cuando colocaron un pedazo de carne en el bolso de Samantha para que Roku brincara sobre ella en busca de comida.
El gran Roku era un perro que habíamos encontrado a las afuera de la prisión un día que fuimos a visitar a Stephen. Los niños habían dicho que se lo habían encontrado por pura casualidad pero yo sabía que no era así. El perro lo habían encontrado "casualmente" al lado de nuestro auto con una bolsa de comida y correa luego de habérselo pedido a su padre en la visita anterior. Además, el perro estaba entrenado y no era para nada un perro pequeño, se trataba de un grandanes entrenado para cuidar a los niños.
— ¿En serio Zorramantha durmió aquí?—preguntó Nathan llamándola por el "apodo" que le habían puesto desde el primer día que piso esta casa.
— ¡Pequeño mal educado!—gritó Sam ofendida con un par de lágrimas escondidas en sus ojos color azul.
— Estúpida—murmuró Chloë con ninguna intención de pasar por desapercibida.
— ¡Gemelos!—gruñí enojado golpeando la barra que se encontraba frente a mí.
— ¿Vas a dejar que hablen así de mí?—preguntó Sam tocando su pecho ofendida. Mordí mi labio sin saber que decir pero al final decidí hacer lo correcto.
— A su habitación—dije firme, los niños Bógdavoz no hicieron caso.— No estoy bromeando—los señalé.
— Pero no hemos comido—se quejó Nathan.
— No me importa—dije luego de haber recibido un apretón por parte de Samantha ante mi debilidad.
Ambos se levantaron completamente sorprendidos por mi actitud. Tomaron sus platos llenos de su cereal favorito y se detuvieron ante el llamado de mi novia.
— Dejen sus platos en la mesa—ordenó ella recibiendo como respuesta una gran carcajada por parte de ambos.
— Haganlo—la apoyé. La sonrisa triunfante por parte de Samantha no pasó desapercibida.
— ¡Zayn!—se quejó Chloë y negué.
— Toma tu mierda—respondió Nathan de manera grosera lanzando su plato a la barra para luego salir corriendo ignorando mis gritos.
— Niño malcriado—gruñó Samantha limpiando el reguero que Nathan había provocado.
— Yo no haré lo mismo—dijo Chloë sonriente. Una pequeña esperanza creció en mí ante la posible aceptación de ella a Samantha.— Toma tu comida, Zorramantha—gruñó y se lo tiró dañando su vestido Gucci y su cabello recién salido del salón de belleza.
Los gritos histéricos de Samantha se escucharon por toda la casa y yo no supe que hacer. Jackson se encontraba riendo en la barra felizmente por la travesura que sus hermanos mayores habían cometido. Busqué una servilleta y traté de limpiar su vestido pero ella solo gritaba enojada.
Suspiré derrotado, esos niños me traerían grandes problemas.
ESTÁS LEYENDO
Corazón Roto (Zayn Malik) |Completada|
FanfictionEsta es una historia sobre la vida de una joven madre, ella se casó con quien pensó que era el hombre perfecto. Él le prometió el cielo y la llevo al infierno. Pero llegará su ángel, y trataran de unir su corazón roto. ¿Podrán hacerlo cuando el...