Capítulo Catorce

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Narra Ashley:

   Traté de abrir mis ojos pero no podía, mis párpados se sentían demasiado pesados. Escuché ruidos a mi alrededor pero no pude distinguir nada. Todos mis intentos por levantarme eran fallidos. Me sentía como una persona en estado vegetal, escuchaba todo pero no podía hacer nada.

   Con todas mis fuerzas comencé a mover mi mano, no logré hacerlo pero no me rendí. Lo volví a intentar y esta vez funcionó. Comencé a mover todo mi cuerpo luego de haberlo intentado varias veces. Mis ojos eran los únicos que no estaban dispuestos a responder.

— Gracias a Dios—murmuré cuando pude abrir mis ojos, mi vista todavía no estaba del todo clara.

    Me senté de la incómoda cama en la cual estaba. Miré a mi alrededor pero no conocía aquel lugar. No tenía ni mínima idea de que hacía allí. Pero era más que claro que no era para nada bueno. En cierto modo había sido secuestrada, ¿no?

    Mi corazón se llenó de preocupación al recordar a mi pequeña Chloë. No tuve la oportunidad de llegar a la escuela. Me preocupé al darme cuenta de que nadie sabría donde estaba; yo no le había avisado a nadie que me dirigía al colegio. Solamente esperaba que Zayn o cualquier otra persona se diera cuenta de mi ausencia.

    Escuché como alguien trataba de abrir la puerta por lo que me alejé de ella lo más posible. Sea quien sea, no creo que sea una buena persona. Nadie cohibía alguien de su libertad, eso era completamente ilegal y enfermizo.

— Vaya, despertate, bella durmiente—dijo entrando a la habitación con la sonrisa más falsa y sínica que había visto.

— ¿Qué quieres?—pregunté encogiendo mi cuerpo buscando protección en mí misma. Era todo lo que podía hacer en aquellos momentos.

— Sabes lo que es—respondió sentándose a mi lado, traté de alejarme pero lo único que logré fue chocar con una estúpida pared.— No tengas miedo, yo no soy una mala persona. Tú eres la rata aquí—habló de una manera que me provocó escalofríos.

Narra Zayn:

— Muchas gracias a todos por haber venido y compartir con nosotros. Espero que les haya gustado la experiencia y que lleguemos a un acuerdo final—me despedí con una sonrisa.

    Me coloqué al lado de la puerta para despedir a cada uno de los empresarios y licenciados de la manera que correspondía. Uno a uno comenzaron a pasar por mi lado extendiendo su mano para darnos un leve apretón como despedida. Quise de gritar de emoción cuando la ultima persona salió de aquella oficina.

   Habían sido cuatro largas horas sentado en aquella silla sin parar de hablar ni de escuchar diversas opiniones. Lo peor de todo era cuando alguien estaba en desacuerdo y comenzaba un debate, eso daba jaqueca. Gracias a Dios, al final llegamos a un acuerdo del cual todos seriamos beneficiarios. Eso era lo mejor, al fin y al cabo, a nadie le gusta perder o salir perjudicado. No pensaba que alguien sería lo suficientemente masoquista para no querer progresar.

   Comencé a recoger los papeles que se encontraban en mi escritorio con ayuda de los asistentes de piso. Sin exagerar, habían cientos de papeles y todos eran importantes por lo que estaba estrictamente prohibido botar o remover alguno sin mi permiso. Mi celular sonó y era un correo electrónico de promoción, cuanto odiaba eso. Lo ignoré y me fije que ya eran cerca de las doce con sincuenta y cuatro de la tarde, se aproximaba mi hora de almuerzo y por nada del mundo me la perdería.

— Terminen esto aquí, por favor. Me lo deberán entregar cuando vuelva de mi almuerzo—ordené y ambas personas asintieron.

    Caminé hacia el elevador para ir al piso donde se encontraba mi oficina y mi hermosa secretaria; Ashley. ¡Dios! Ashley era una de las mejores personas que había conocido en toda mi vida y me daba rabia pensar por todo lo que pasaba. Tenía que admitir que durante la reunión Ashley fue muchas veces ladrona de mis pensamiento, aunque eso no me molestó en lo absoluto.

Corazón Roto (Zayn Malik) |Completada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora