El Playboy quiere Besarme, [SP#3] | ✓

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capítulo dedicado a NutellaForever828 ❤

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10. ¿Hay trato o no?  

Una parte de mí odiaba lo que iba a hacer, pero no era como si tuviera muchas opciones. A veces había que perder para conseguir algo grande, y esta era una de esas veces. Aunque, me preguntaba lo que sería conseguir algo grande en mi caso.

-¿Estás segura? –preguntó Gina con nerviosismo.- Esta gentuza no lo merece.

-Lo sé –estuve de acuerdo.- Pero no veo una mejor opción.

Gina sopló y le di una pequeña sonrisa, tocada por su cólera. Ella había aumentado su molestia hacia nuestros compañeros debido a sus comportamientos hacia mí y ahora pensaba que el juego del beso era algo estúpido. Esa parecía ser la única cosa buena que había pasado hasta el momento.

-Bueno –suspiré, repentinamente nerviosa.- Es la hora.

-Espero que todo te salga bien –dijo Gina en voz baja.

Miré a mi alrededor, a la cafetería llena de gente. Tomé una respiración profunda y supe que era el momento. Era el momento de decirles a mis compañeros cómo las cosas iban a funcionar con este juego.

Así que de pie, me subí encima de la mesa. Eso llamó la atención de algunas personas.

-¡Hey! –grité.- ¡Tengo algo que decir!

La cafetería se quedó en silencio y todos los ojos se pusieron sobre mí. No me importaba porque tenía algo que decir.

-Vosotros ganáis –dije, encogiéndome de hombros.- No puedo seguir así.

Unas pocas personas sonrieron y los murmullos viajaron por toda la sala, lo que encendió una llamarada de molestia. Pero no reaccioné. No iba a decir nada porque al final ellos terminarían como los ganadores.

-Vuestro acoso me ha cansado y he decidido que no voy a quedarme el beso para siempre –continué, ganando sonrisas.- Pero...

De repente todo el mundo comenzó a quejarse y suspiré. No tenía ni idea de cómo hice para aguantarlos durante los últimos tres años.

-Pero –puse mis manos en las caderas.- Sólo pasaré el beso al que consiga conquistarme. Esa es la única regla que tengo.

La multitud comenzó a entrar en erupción y vi que mucha gente no parecía contenta con eso. Murmuraban y fruncían las cejas, me quedé mirando a mis compañeros, esperando a que pasara esto. No quería hacer más frente a las continuas humillaciones, pero tampoco quería renunciar a mis principios. Esto era lo máximo que podía hacer.

-Pero tú no amas –gritó un chico.- ¡Odias a todos!

-¿Y acaso no tengo una buena razón para hacerlo? –pregunté, entrecerrando los ojos.- Que te insulten no es algo agradable.

-Tu actitud si que no es agradable –dijo alguien más, ganando un poco de risas.

Rodé los ojos, pero no dije nada. Con cansancion, crucé los brazos sobre el pecho y esperé a que sólo se pusieran de acuerdo con mi trato.

-¿Qué pasa si tu trato es un truco? –gritó una chica.- ¿Qué pasa si no te enamoras de nadie?

-Bueno, puede estar esa posibilidad –contesté con honestidad.- Pero les estoy abriendo mi corazón. No estoy en contra del amor, es sólo que aún no encontré a nadie. Tal vez encuentre a alguien, y entonces ganaríamos todos.