twenty seven

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27. La fiesta

- ¿Sales a una cita conmigo? – preguntó Malcolm de la nada mientras nos sentábamos fuera.

- ¿Algo al azar? – respondí, aunque mi corazón se aceleró.

Habíamos estado hablando del futuro y de repente la pregunta salió volando de su boca. Me emocionó, pero fingí que no me importaba. No podía dejar que Malcolm se enterara de mis sentimientos hasta que terminara la escuela, así que estaba tratando de ocultarlos.

- ¿Es eso un no? – preguntó, con aire desinflado.

Él parecía triste mientras miraba hacia otro lado y eso me dolió. Así que, aunque debía mantener mi distancia con él por tantas razones, repentinamente puse una mano sobre su hombro. Malcolm movió la cabeza para mirarme, sorprendido, y miré hacia otro lado tímidamente.

El amor tenía una manera de cambiarte.

- Me encantaría ir a una cita contigo – le dije con sinceridad.

Le miré de nuevo y vi que estaba sonriendo. Sus ojos eran suaves sobre mí y mi corazón se agitó. Gustarme alguien como Malcolm era difícil.

- Has cambiado – comentó de repente. – En el buen sentido.

- ¿A qué te refieres? – pregunté, curiosa.

- ¿Antes no tenías miedo de estar con chicos? Ahora vas a ir a una cita conmigo y no me estás alejando – sonrió. – Creo que le estás dando la bienvenida a la idea de estar con alguien.

- N-no – dije, con la cara enrojecida. – No es así.

- Todavía eres obstinada – su sonrisa creció. – Pero bien, estoy feliz de que ya no odies a los chicos. Estar con uno no es una cosa tan mala.

Me quedé mirándolo, pensando en cuando estaba aterrorizada con la idea de estar con un chico. Me sentía así por lo que mamá me contaba de ellos, pero Malcolm me hizo cambiar. Ellos pueden ser tus amigos y hacerte pasar un buen rato, pueden ser una buena compañía, e incluso la idea de amar a uno no era tan mala.

- Sí, estar con un chico no es tan malo – dije.

Malcolm sonrió. Un día, agradeceré que él me haya enseñado a no ser tan cerrada de mente.

▬▬▬▬❀▬▬▬▬

No sabía por qué estaba de acuerdo, pero estábamos en una fiesta en una casa. Llevaba un vestido negro ajustado y Malcolm llevaba una camiseta azul y pantalones vaqueros. Acabábamos de entrar a la casa y mi corazón se aceleró cuando me di cuenta de que ésta sería mi primera fiesta en una casa.

Malcolm me lo contó y me dijo que con la escuela llegando a su fin, sería bueno ir a una fiesta y ver a alguno de mis compañeros de clase. Al parecer, las fiestas tenían una forma de acercar a la gente y debido a que Malcolm sonaba tan ansioso, de alguna forma estuve de acuerdo. Pero ahora una parte de mí lo lamentaba.

- ¿Estás emocionada? – preguntó Malcolm a mi lado.

- Sí – mentí, sonriendo.

Para mi sorpresa, Malcolm tomó mi mano. La apretó y luego, para mayor sorpresa, siguió sosteniéndola. Mi corazón estaba a punto de explotar.

- Estará bien – dijo. – Te lo prometo.

No pude evitarlo y sonreí asintiendo, creyéndole. Con Malcolm a mi lado, sabía que este sería un gran día.

La casa estaba llena de gente de todas las edades. Todos estaban hablando, coqueteando, y bailando, y muchos de ellos estaban sentados mientras bebían cerveza o lo que fuera. La curiosidad apareció cuando Malcolm me llevó a la cocina.

El Playboy quiere Besarme, [SP#3] | ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora