fourteen

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capítulo dedicado a SamanthaOsoria ❤

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14. Cantando una serenata


Estaba sentada en clase de inglés, obligándome a mantener los ojos lejos de Malcolm. Era algo sorprendentemente difícil de hacer, pero de alguna manera lo logré, a pesar de que Gina no estaba aquí para distraerme. Y a pesar de que era un fastidio no podía dejar de pensar en Malcolm.

Las palabras de Walter estaban en mi cabeza, sorprendiéndome a mí misma cuando esperanzada, esperaba que fuesen ciertas. Por alguna loca y extraña razón, quería que Malcolm fuera un buen chico y eso me frustraba y me agotaba. Malcolm parecía convertirse en una parte importante de mi vida, al igual que Gina lo pensó.

-Hola, Daisy –dijo una voz familiar.

Miré hacia arriba y vi a Xavier delante de mi escritorio. Estaba sonriendo, pero me di cuenta de que le temblaban las manos. Estaba nervioso y sabía que era por mí.

-Hola –dije, dándole una pequeña sonrisa mientras esperaba que me distrajera de Malcolm temporalmente.

-Sabes, el otro día en clase te estuve mirando –dijo, mirando hacia abajo con timidez.- Y nunca me había dado cuenta de lo hermosa que eras.

-Oh –no pude evitar sonrojarme.- Gracias.

Esto era diferente. Estaba tan acostumbrada a que los chicos fuesen directamente al grano, y escuchar a alguien llamarme hermosa era completamente una sorpresa.

-Y también eres lista –se volvió hacia mí.- Seguramente también tienes algún talento.

Sonreí con timidez, halagada. Xavier sonaba honesto y sus palabras eran dulces. Pensando en lo que dijo Walter, sabía que no debería generalizar a los chicos.

-Me preguntaba –continuó, sus ojos llenos de esperanza.- Si te gustaría dar una vuelta. No hace falta que sea una cita, pero podemos pasar el rato y hablar. Y conocernos más el uno al otro.

Tenía que admitir que Xavier era adorable. Pero esa solicitud me dejó inquieta y no lo entendía. No tenía sentido porque no podía seguir así. Tenía que darle a alguien una oportunidad. Xavier era tan dulce y tímido y sin duda sería la mejor opción, pero todavía no se sentía bien del todo. No me entendía a mí misma.

-Lo siento –dije, sintiéndome tristemente aliviada.- No.

-Oh –dijo.- Bien.

Le miré irse y me sentí culpable. No tiene sentido. Había pensado que el hecho de que rechazase a los chicos era porque eran idiotas, pero parecía que no era el caso. Con el ceño frunció, empecé a preguntarme qué estaba mal conmigo.

La clase pronto comenzó y las luces fueron apagadas mientras el proyector se encendía. El Sr. Arthur estaba dando la lección como de costumbre, y yo andaba por las nubes. Y antes de darme cuenta, mis ojos estaban sobre Malcolm.

Estaba estirado en su asiento y parecía cansado. Me di cuenta mientras sus párpados parecían cerrarse. Al verlo de esa manera algo en mí se retorció, sacudí la cabeza recordándome a mí misma que me olvidase de él. No tenía por qué perder mi tiempo en él. Pero, sin embargo, no podía dejar de esperar que girase la cabeza y me mirase.

Para mi sorpresa, lo hizo. Y cuando sus ojos se encontraron con los míos, parecía triste. Aparté la vista, diciéndome a mí misma que me estaba imaginando cosas. Malcolm no se preocupaba por mí. Él sólo se preocupaba por el beso.

El Playboy quiere Besarme, [SP#3] | ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora