3- El punto débil de Snape

2.4K 157 176
                                    

Lily se encontraba en la habitación de Severus. Los chicos se habían marchado hace apenas unos minutos y ambos permanecían en silencio. Ella paseaba por el despacho fijándose en los detalles de este.

Severus la miraba fijamente. Cada movimiento, cada parpadeo. Vio como ella observaba todo lo que tenía en el despacho, libros, documentos... En ese momento, Snape se percató de la fotografía que tenía en uno de los estantes y su corazón empezó a latirle con fuerza. Se tensó nervioso y se abalanzó a por ella mientras Lily estaba de espaldas. Ella se percató de su movimiento pero él escondió la foto disimuladamente en uno de los cajones de su mesa. Ella le sonrió con dulzura y a él le parecía ver las nubes.

Severus no sabía qué decir, simplemente observándola era feliz.

-Dime Sev, ¿Cómo acabaste siendo profesor de pociones en Hogwarts?

Snape despertó de su sueño y la miró a los ojos pero decidió desviar la mirada hacia la ventana, dándole así la espalda.

-El profesor Horace Slughorn decidió dejar el puesto. Dumbledore me lo ofreció y yo lo acepté. Claro que yo le había pedido el puesto de Defensa contra las artes oscuras y me fue negado.

-Pues yo veo bien que no te lo concediera. Estabas obsesionado con las artes oscuras. –Le espetó cruzando los brazos a modo de enfado y con cara de lo mismo. – Y no me lo puedes negar.

-Tienes razón.

Lilly se sorprendió por su actitud. Le había dado la razón sin reprochar, eso no era habitual en él. Ahora Severus le estaba mirando fijamente a los ojos, pero ella no podía dejar que él quedara por encima. Por culpa de su estupidez y su ensimismamiento con las artes oscuras, ellos habían perdido su amistad.

-Por supuesto que la tengo. –Volvió a hacer aquel gesto con la cara a modo de enfado fingido que a Snape se le hacía divertido.

-Mira que sigues siendo creída. –Le dijo enarcando una ceja y con una media sonrisa que volvería loca a cualquier mujer que lograra verla.

-¡OYE! –Le gritó Lily mientras le daba un codazo poniéndose a su costado para observar por la ventana.

Severus se reía por el gesto infantil de ella. Seguía siendo la misma chica de la que él se enamoró y cada segundo que pasaba a su lado se volvía más pesado para él. Creía que iba a poder volver a soportar tenerla solo de amiga pero le estaba costando demasiado no cogerle de la cintura y obligarle a mirarle a los ojos para decirle lo que tantos años llevaba guardando en su interior.

Snape sacudió la cabeza con pesar.

-¿Qué te ocurre Sev? Has cambiado tu semblante a uno mucho más serio.

-No es nada. Lo único es que estoy cansado, me gustaría descansar. Además, supongo que James te estará buscando ¿No?

-Pero Sev, son solo las cuatro, ellos aún...

-Nos veremos más tarde Lily.

Se dio la vuelta caminando hacia la puerta y la abrió dándole a entender que quería estar solo. Ella salió por la puerta no sin antes mirarle nuevamente.

-Descansa. Te veré después.

Severus cerró la puerta tras ella y caminó hacia su escritorio. Apoyó los dos brazos en él y bajó la cabeza cerrando los puños y dando un pequeño golpe en la mesa.

-Soy un estúpido.

***

-Remus, ¿Cómo va tu mujer?

Sentimientos confusos ~Snily~ (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora