Sentimientos confusos ~Snily~ (TERMINADA)

13- El hilo rojo del destino

<< Lily comenzó a leer.

La nueva profesora de pociones del colegio Hogwarts de magia y hechicería, no es nada más ni nada menos que Lily Potter, la madre del elegido, y parece que nada más empezar en su puesto ya ha levantado muchas pasiones. ¿Sabrá su marido que se relaciona de esta manera con el serio y estirado profesor de defensa contra las artes oscuras?

Lily dejó de leer y dirigió su mirada preocupada hacia la mesa de los profesores donde Severus acababa de tirar el periódico a la mesa y ahora los dos cruzaban una mirada de circunstancias. >>

Severus observaba como discutían en la mesa de su amiga y, aunque no escuchaba lo que decían, se veía la cara de enfado y los gestos exagerados de James. No podía dejar sola a Lily en eso, ya que él estaba tan involucrado como ella. Decidió levantarse e ir a enfrentar la situación, pues aunque en realidad no había sucedido nada, sabía que convencer a James de ello iba a ser difícil.

-James, esto no es cierto.

-¿No estuviste anoche con él?

-Sí, pero...

-No sé cómo he podido ser tan idiota. Por eso pasas todo el tiempo con él. –James subía el tono sin quererlo. En realidad quería controlarse pero no podía.

-James, que sí estuve con él pero no sucedió nada. –Lily estaba a punto de llorar. No podía creer que estuviera pasando eso.

-¿Ah, sí? ¿Y esto entonces qué es? –Le espetó él.

-Dos amigos pasándolo bien. Simplemente me acerqué a ponerle la capa porque se había caído al agua. –Intervino Severus para intentar solucionar aquello.

James miró a Snape amenazadoramente pero decidió ignorarle y volvió a posar sus ojos en Lily.

-Es cierto, James. Por favor...-Lily no sabía qué más hacer. –Entre Sev y yo no hay nada. – Comenzaron a caerle lágrimas sin césar y miró a su marido a los ojos y, después a Severus. Ahí se dio cuenta de lo que acababa de decir y vio la decepción y en dolor en los ojos de Snape.

-Tiene razón, Potter. Ella te ama a ti. Ese artículo carece de credibilidad.

Severus comenzaba a encontrarse mal. Le dolía profundamente lo que había dicho pero era la verdad y no quería ver así a su amiga por muchas oportunidades que creyera tener. Se dio la vuelta con pesar para salir de allí pero se paró al escuchar a James.

Lily le miraba tristemente pero agradeciéndole. Era cierto que entre ellos parecía haber algo más difícil de comprender pero no podía aceptarlo. Estaba casada y quería a su marido.

-Aunque así fuera, y no hicierais nada... Ahí yo no veo a dos amigos mirándose. Esa mirada esconde mucho más.

James tiró el periódico a la mesa y salió por la puerta del gran comedor sin escuchar la voz de Lily, quien gritaba su nombre.

Todos en la mesa miraron la escena compungidos. Sirius miraba a Lily interrogante. No creía que ella fuera capaz de hacer tal cosa pero en la imagen parecía totalmente lo contrario.

Lily estaba de pie, mirando por donde se había ido James segundos antes. Giro su cuerpo y se encontró con los ojos de Severus, los cuales le sirvieron de soporte para seguir ahí de pie. Mediante esa mirada le suplicaba que le ayudara a arreglar esa situación, aun a sabiendas de que a él le pudiera ser doloroso. Recapacitó y prefirió no decirle nada. Estaba siendo egoísta por pensar que su amigo, aquel que le había abierto las puertas de su corazón, tuviera que ayudarle a solucionar eso con su marido.