1- La caída del señor tenebroso

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Ahí estaban ambos, enzarzados en una lucha que solo tendría un final feliz para el más poderoso o, tal vez, ninguno tendría la suerte de vivir para contar ese enfrentamiento.

El señor oscuro agitó su varita sin remordimientos, lanzando la peor de las maldiciones.

- Avada Kedavra.

Pronunció esas palabras con un torrente de voz poderoso que haría temblar a cualquier mortal. Pero Harry no era cualquier mortal. Él era el niño que vivió. El niño del que hablaba aquella profecía que había causado tantas desgracias en su vida.

-Expelliarmus.

Ambos hechizos chocaron con la fuerza de un ciclón pero ninguno vaciló. Ahí estaban, de pie, a pocos metros del otro sosteniendo su varita. Los dos sabían lo que se jugaban si perdían ese combate. Uno moriría y no podría cumplir su sueño de ser el más poderoso de los magos oscuros. Otro dejaría el mundo de la magia en manos de un horrible ser que no dudaría en asesinar a todo aquel que se le entrometiera.

                                                                    ***




-Hermione, tengo que confesarte algo.

-Por favor Ron, no digas algo que no dirías si no fuéramos perseguidos por una serpiente y estuviéramos a punto de morir.

Los dos chicos corrían agarrados de la mano evitando ser atrapados por Nagini, hasta que no pudieron más y cayeron al suelo. Ron abrazó a Hermione interponiendo su cuerpo entre ella y la serpiente esperando sentir el doloroso mordisco de esta y la sensación de frío y oscuridad cuando se acerca la muerte.

Pero, de pronto, un muchacho apareció gritando y le cortó la cabeza a la serpiente con la espada de Godric Gryffindor. Este era, nada más y nada menos que, Neville Longbottom.

                                                                 ***




El señor oscuro tuvo un segundo de vacilación, puesto que había sentido como le era arrebatado una parte crucial de su ser. Al recomponerse, ya habían vuelto a lanzar otro hechizo, pero esta vez el poder de Voldemort era mucho menor. Se notaba débil y de pronto comprendió que ese era su final. Con un último chillido se llevó las manos a la cabeza echándola hacia atrás y se fue desintegrando poco a poco, cayendo como polvo al suelo.

En ese momento Harry comprendió que habían acabado con Nagini y que habían ganado y se alegró profundamente por ello, aunque se sintió culpable por sonreír con todas las personas que habían dado la vida para proteger la suya y poder acabar con Lord Voldemort. Por su mente pasaron imágenes de las personas que ya no estaban y a las que no podría agradecer todo lo que habían hecho por él como el caso de su padrino Sirius Black o de sus padres Lily y James Potter. Pero también recordó a personas como Albus Dumbledor o Severus Snape. Jamás habría pensado que una persona podría sufrir tanto en su vida y mucho menos pasar por todo lo que él pasó fingiendo ser la mano derecha de aquel que mató a la única persona que había amado en su vida. Ella era su madre. Eso fue lo que más sorprendió a Harry, que aun sabiendo que él era el fruto de la persona a la que más amó y de la persona que más detestó por arrebatarle el amor de su vida y por hacerle insufrible su adolescencia, aun así, dio su vida para protegerle.

-El hombre más valiente que he podido conocer. –Pensó Harry.

En ese instante, Harry cayó de rodillas al suelo sosteniéndose la frente donde se ubicaba su cicatriz. Esta le había empezado a dar un dolor punzante y comenzó a desprender una luz intensa.

Sentimientos confusos ~Snily~ (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora