11- Secretos

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Lily y Severus caminaban en silencio de vuelta al castillo. Ella miraba de reojo a menudo a Snape como queriendo hablar, pero finalmente no decía nada.

Severus caminaba con firmeza y con paso seguro pero, en realidad, estaba repleto de nervios. No sabía qué decir ni qué hacer. Acababa de confesarle todo aquello que con pudor había ocultado durante años y años.

-¿Por qué nunca me dijiste nada?

Snape la miró, pero rápidamente apartó la mirada de ella.

-No me atreví.

Él no quería sonar cortante, pero no sabía hablar de ese tema ante nadie y, por eso, optaron por escribirle una carta diciéndole todo.

Lily entendió que no debía ser fácil confesar algo así, y menos cuando es tu amiga y está casada, así que prefirió no decir nada más.

Llegaron al castillo y se dirigieron al pasillo donde se encontraban sus habitaciones. Ambos cruzaron una mirada llena de cariño pero ninguno se atrevía a interrumpir el silencio.

Se despidieron así, en silencio, y cada uno entró en u habitación, no sin antes mirarse una vez más a los ojos.

                                                                     ***

James estaba sentado en la cama mirando atentamente hacia la puerta cuando Lily entró por esta.

-¿Dónde estabas?

Lily se sobresaltó al escuchar su voz, pues se esperaba que siguiera durmiendo y no tener que contestar a ninguna pregunta.

-Hola, James. No podía dormir y he salido. Eso es todo.

Se sintió un poco culpable por no decirle toda la verdad. No podía decirle que su peor enemigo acababa de confesarle su amor y que a ella no le había disgustado la idea.

-Es tarde. Deberías dormir. –Le dijo James con el ceño fruncido.

Por toda respuesta, Lily se despojó de su túnica y se acostó en la cama. Al contrario de lo que creía, se quedó profundamente dormida en unos minutos.

                                                                   ***

Al día siguiente estaban todos reunidos en la puerta de Hogwarts, ya que habían quedado para ir al callejón Diagón a hacer las compras para el último curso de los chicos. Allí estaban: Molly y Arthur, Tonks y Remus, Sirius, James, Narcisa, e incluso se había unido a ellos Xenophilius Lovegood. Solo faltaba por llegar Lily y Lucius, quien intentaba convencer a Severus de que fuera con ellos.

También estaban con ellos sus hijos: Harry, Draco, Ron, Ginny, Hermione, (aunque ella ya había comprado todo lo necesario), Luna, Neville y los gemelos, Fred y George, quienes, finalmente, habían decidido cursar su último año.

-¿Y Lily? No es habitual en ella llegar tarde. –Preguntó Sirius.

-Se estaba preparando cuando yo salí. Me dijo que me adelantara. –Le contestó James.

Al cabo de unos segundos, apareció Lily por la puerta con una sonrisa esplendida. Había dormido unas pocas horas, pero le habían sentado especialmente bien.

James se acercó a su esposa y le dio un fugaz beso que hizo que ella se sonrojara.

Lily inmediatamente pensó en la carta que Severus le había escrito declarando su amor y se sonrojó aún más. Se sentía muy culpable por estar en esa situación. No quería que James se enterara, pues sabía que enfurecería y ambos chicos se pelearían. Pero no diciéndole nada también es como si le mintiera, pues era su marido y le estaba ocultando una verdad muy importante para él.

Sentimientos confusos ~Snily~ (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora