Sentimientos confusos ~Snily~ (TERMINADA)

25- Epílogo

Severus caminaba dudoso hacia Las tres escobas, donde estarían todos los seres queridos de Lily que le habían preparado una pequeña reunión para no pasar por alto el día de su cumpleaños.

Abrió, sin estar muy convencido todavía, y enseguida notó la mirada de Lily sobre él. Ella no pudo disimular la sonrisa que se había formado en su rostro al verle entrar.

Narcisa caminó hacia él y en un susurro le preguntó:

-¿Dónde te habías metido? Se suponía que ibas a estar presente.

-Tenía cosas que hacer.

-¿Cosas que hacer? -Lucius le miraba con una ceja en alto, inquisidoramente.

-Sí, bueno, estaba buscando algo para regalarle. -Contestó no muy seguro de su elección.

Lily se acercó al que seguía siendo su "amigo" para ojos de todos, y le dio un beso en la mejilla como saludo.

-Gracias por tener tiempo para venir, Sev.

-Nunca te fallaría. -Le devolvió el susurro.

Ambos se separaron y Lily volvió a su lugar, donde estaba esperando por el regalo de su hijo.

Ninguno de los dos pudo evitar las miradas de soslayo que se les escapaba, pues deseaban poder estar más cerca del otro sabiendo que no serían el foco de todas las miradas, pero Lily aún no estaba convencida.

-Esto es para ti. -Harry puso algo grande sobre sus manos.

Lily centró su mente en su hijo, alejando sus pensamientos de Severus por un instante.

Comenzó a abrir el regalo, sin romper el papel, y sacó lo que había dentro. Era un álbum.

-Pensé que se habría perdido. -Dijo ella.

-Creí que deberías tenerlo tú. Sé que no es un regalo como tal, pero...

Lily abrazó a su hijo, haciendo que las palabras se quedasen en el aire.

-Es el mejor regalo que podrías haberme dado. Ahora es de ambos.

Todos estaban tomando algo y charlando con alguien, excepto Snape, quien se había alejado hasta la barra, esperando a que le sirviesen una bebida, mientras disfrutaba de un momento de tranquilidad alejado de las voces sofocantes de todos gritando y riendo. No es que no estuviese bien, es que no quería permanecer alejado de ella como si no sucediese nada entre ambos.

Una vez su bebida estaba frente a él, le dio un gran sorbo y volvió su vista hacia los demás, sorprendiéndose de ver delante de él, la intensa mirada de ojos verdes que invadía su mente a todas horas.

-Lily. ¿Qué haces aquí?

-¿Sabes? He encontrado un baño con una bañera inmensa en el último piso que nadie frecuenta desde hace siglos, por lo menos. Ni siquiera Peeves pasa por ahí. -Susurró ella.

Le miraba con una sonrisa seductora y sus mejillas un tanto sonrojadas. Se mordió el labio inferior esperando alguna respuesta por su parte, pero él no dijo nada, solo la observaba con cautela.

-Lo que quiero decir es... -Insistió ella jugueteando con su melena suelta. -¿Qué te parece si me acompañas esta noche cuando todos estén acostados?

Él abrió los ojos sorprendido, mostrando su asombro ante su proposición ahí, sabiendo que estaban en el mismo local y que alguien podría pasar y escucharla.

-¿Por qué me dices eso ahora? -Le dijo bajando aún más el volumen. -¿Por qué aquí?

-Nadie está escuchando, Sev. Vamos, ¿Me acompañarás? -Juntó sus manos con las de él, haciendo que Snape reaccionara.