CAPÍTULO 5-PARTE 2

639 31 29
                                    

Como "no había riesgo justificado", Falk le dijo a mamá y a la abuela que nos fuéramos a dormir a casa. Vamos, que nos echó. También Leslie y Raphael fueron liberados, y decidimos salir a cenar. Total, según los Vigilantes, el mayor riesgo era que nos atragantáramos con el curry. Mamá si estaba bastante preocupada, sobre todo después de que yo se lo contara todo, pero me dejó salir después de darme un abrazo muy estrujante y largo.

Raphael nos recogió en la parada de metro más cercana a casa de Gideon, donde íbamos a cenar. Gideon estaba cocinando cuando entramos, y la casa olía maravillosamente a espaguetis.

-No es por meter cizaña, Gwenny, pero son los mismos espaguetis que le cocinó a tu prima no hace mucho. Y tienes una mancha en la camiseta-dijo Xemerius. Hizo el gesto de caerse la baba con sus patitas, haciéndome alzar la mirada al cielo, aunque me puse el pelo por delante del hombro para tapar la manchita. Aunque no fuera de baba.

-Justo a tiempo, en un par de minutos la cena estará lista-dijo desde la cocina.-¿Alguien pone la mesa? Hola Gwenny.

Me acerqué y le die un pequeño beso en los labios, antes de meter el dedo en la salsa y llevármelo a la boca.

-Mmmm.

Gideon me lanzó una sonrisa torcida.

-¿Te gusta?

-Gidi y Gwendolyn se besan bajo la... bajo el frutero, Gidi y Gwendolyn se besan bajo el frutero...

-Está muy rico. ¿Dónde están los vasos que vaya poniendo la mesa?

Él me indicó un armario, al lado de la estantería donde estaba el frutero del que cantaba Xemerius.

-Uf. Ese frutero no fue tal vez la mejor idea para besados debajo. ¿Eso es un calcetín viejo y putrefacto o un plátano?

Xemerius se había recostado en la estantería, y miraba a su alrededor estudiándolo todo.

-Espero por tu bien que tengas algo de leche que no haya caducado hace tres años, Gideon-dijo Raphael entrando en la habitación.

-¿Por? Es lo que quiere Leslie de beber, ¿no?

Solté una risita.

-Te lo está poniendo difícil, Raphael, suele beber agua-le susurré al pasar a su lado con los vasos en la mano.

En el salón, Less estaba poniendo la mesa. Le di un par de vasos y coloqué los otros dos.

-¿Leche?

Ella se encogió de hombros.

-Que trabaje.

Reí.

-Eres tan mala...

-Por eso me quieres tanto.

-Por eso y por tus dotes detectivescas, no te olvides.

-¡La cena está! ¿Alguien me ayuda con los platos?-gritó Gideon desde la cocina.

-¡Voy!

-¿No son muy monos cuando no están haciendo de cretinos por el mundo?

-Leslie, de Gideon lo admito, es un cerdo. Pero ¿Raphael? ¡Él no te ha hecho nada!

Me daba un poco de pena; el pobre se lo estaba tabajando a fondo, y Leslie parecía no reaccionar. Más que una nevera, ahora era un congelador. Ella no tendría problema si al final había que mudarse al Ártico.

-Bueno. Pero ahora no...ahora no podemos ponernos a hacer el imbécil, hay cosas más serias. Además, él siempre ha tenido todo lo que ha querido, chicas incluido, ¿y si...?

DIAMANTE (remastered)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora