CAPÍTULO 3

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Me puse blanca. No era posible. Miré al suelo, y luego volvía a mirar arriba. Y luego, para variar, empecé a hablar como una cotorra.

-Madre mía. Los vigilantes son unos auténticos ineptos. No les ha durado el preso ni 24 malditas horas. Seguro que tuvo ayuda del interior, no es posible que se escape de una celda de alta seguridad él solo. ¿Y si se ha ayudado a sí mismo? Es una posibilidad a contemplar-empecé a andar en círculos sin darme casi cuenta-. Es decir, sólo tiene que viajar al pasado y esperar a que llegue este momento otra vez...ah, no, no puede viajar al pasado desde el día en que "murió". De todos modos, estoy segura de que alguien le ayudó, ¿qué otra explicación tiene sentido? Menudo...el plan magistral debía tener algún fallo, ¡y este era! ¿Cómo se nos ocurrió confiarles a los vigilantes la misión de cuidar que no se escapara? Es algo realmente...

Gideon llevaba un rato intentando pararme, pero yo simplemente seguía hablando y hablando y hablando, sin pensar siquiera lo que decía, sólo moviendo la boca y dejando que palabras y frases hilvanadas sin sentido salieran una detrás de otra. Cuando me paré a respirar, Gideon cruzó la habitación de dos zancadas y plantó su boca sobre la mía. Eso sí que me calló.

-Gideon, Gwendolyn, estáis seguros de que...

Cuando mamá entró, sin llamar, nos separamos de golpe. Ella nos miró con las cejas levantadas y luego bajó a la camisa de Gideon.

-Creo que necesitarías cambairte de ropa. Si te esperas un segundo, puede que encuentre algo que te sirva, aunque no creo. Todo mujeres en esta casa, y Nick es demasiado pequeño.

-No se preocupe, Mrs Sepherd, iré a cambiarme pronto.

-No es problema.

Me fijé que cuando mamá salió, dejó la puerta abierta en vez de cerrada, como la había encontrado. Vaya. Que confianza.

Me dejé caer al suelo.

-Estamos hasta el cuello.

-Esto, Gwen-dijo Gideon mientras se agachaba a mi lado. Alcé la mirada.-Respecto a lo que dijiste antes: técnicamente, es posible que se haya ayudado a sí mismo: nos engañó una vez más al decir que no podía viajar al pasado. Es allí donde se ha escapado.

Volví a enterrar la cabeza entre las manos. Genial. Estábamos aún más hasta el cuello de lo que pensaba.

-Genial. O sea que puede estar en cualquier momento en cualquier ligar, ¿no?

Él asintió lentamente.

-Lo que nos lleva al otro problema: se llevó el cronógrafo con él, probablemente para no depender de los Vigilantes para poder viajar desde y al pasado. En Temple están como locos, ya que creen que el otro cronógrafo se perdió cuando Lucy y Paul se lo llevaron a 1912. Por desgracia tuve que confesar que teníamos el otro cronógrafo, aunque lo he suavizado diciendo que Mr habías mandado un mensaje cinco minutos antes diciéndome que no acababas de encontrar con una carta de tus padres que decía "lo vas a necesitar". Mu teléfono se quedo sin batería hace un par de horas pero bueno...nadie lo ha comprobado.

Suspiré. Gideon alargó la mano y me apartó un mechón de pelo de los ojos.

-Gwenny, prométeme una cosa.

-¿Que si es necesario huiremos al Polo Norte?

Sonrió un poco.

-No. Que esta vez trabajaremos juntos. Nada de ir cada uno por su lado, ya hemos pasado por bastantes malos ratos por culpa de esto. Esta vez somos un equipo, ¿vale?

Sus ojos al decir esto eran serios, y el verde, ese maldito e imposible verde, brillaba serio. Pese a la gravedad de la situación me tomé un par de segundos para contestar, contemplando le mirarme de esa manera. Luego asentí.

DIAMANTE (remastered)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora