Nunca me imaginé lo que ese día ocurriría, no se me cruzaba por la cabeza que tan malo podía ser trabajar para Mary Stone, pero no fue simplemente trabajar, fue un todo, haber pisado el Upper East Side fue el error más grande de mi vida, un error inevitable.
*****
Vamos a evitar contar toda la parte donde me pelee con el despertador, me caí de la cama y todas las cosas rutinarias que uno hace en la mañana para pasar a la parte importante. Estaba parada frente al ascensor del edificio donde vivían los Stone esperando para subirme. Mis manos me temblaban y transpiraban por quien sabe qué y apenas las puertas metálicas se abrieron me subí. No había podido pegar un ojo en toda la noche y cuando había logrado por fin dormirme la molesta alarma me despertó ocasionando nuevamente la pelea de todas las mañanas.
Estoy casi convencida de que al despertador le encanta reírse de mí.
Una mujer rubia apareció sonriéndome como si fuese su tesoro más preciado apenas el ascensor llego. Me recibió súper cariñosa a pesar de nunca haberla visto en mi vida. Comenzó a mostrarme su casa y presentarme al personal en caso de que necesite su ayuda.
La manera en la que se plantaba delante de todos, era impresionante. Era amable pero al mismo tiempo firme con todo lo que decía, su presencia imponía respeto de una manera demasiado dulce. Mientras hablaba observaba su hermoso vestido Dior que la favorecia en todos sentidos, sus zapatos Louboutin estilizaban sus piernas dándole una altura envidiable que yo, aún con mis zapatos de 15 cm, no lograba.
- Se que es mucha información la que te estoy dando, Pero necesito que recuerdes todos los nombres en esta lista, y te aprendas quienes son. - me entrego un biblorato como el que le entregan a la protagonista de "el diablo viste de Prada" antes de ir al evento. Mis ojos se abrieron de una forma exagerada al ver la cantidad de hojas que ese libro tenía, no había manera de que los recordara a todos.
- Esta bien, no hay problema - respondí tratando de sonar amable - ¿para cuando necesito sabermelo?
- Cuanto antes mejor.
Nos sentamos en uno de sus escritorios y comenzó a mostrarme la gente más importante, había personas en el libro que conocía sin necesidad de estudiarmelas, es decir, ¿Quien no conoce a Coco Chanel?
Entre risas y anécdotas sobre la élite de la moda los ojos de Mary se distanciaron del libro para observar con más atención mi bolso.
- Oh por dios! ¿Como lo conseguiste? - por un segundo me tensé, ella conocía a mis padres y su capital, era imposible que con su dinero yo pudiese acceder al último modelo de Vertier. - Perdón mi sobresalto, es sólo que la quise conseguir para mi sobrina y ya estaba agotada. - a pesar de conocerla hace un par de horas podía ver que estaba mintiendo.
- Mi mejor amigo me la regaló, debería preguntarle a él como hizo- contesté con una pequeña sonrisa. - y entonces... ¿él trato de sabotear su proyecto para quedárselo? - pregunte señalando al proximo en el libro para cambiar de tema. No necesitaba a nadie entrometiendose en mi forma de vestir o en el capital que derrocho en eso.
Habían pasado casi cuatro horas cuando termino de mostrarme a todas las personas. ¡Me moría de hambre! Mary me pregunto si me quedaba a comer... analicé mucho la situación ya que me estaba muriendo de hambre. Podía comer con Mary y volver a comer con Nate pero iba a terminar siendo una ballena si comía de esa forma, por lo que amablemente rechace la oferta y me despedí de ella.
Cuando me retire de la "casa" comencé a caminar con mi celular entre las manos contándoles a mis amigas como me había ido en mi primer día. No era la gran cosa pero por lo menos había sido algo. Me pagaban por ello y estaba contenta de hacerlo. Si todos los días eran así no me molestaría para nada venir. Sin prestar atención a quienes venían caminado alguien empujo mi hombro haciendo que mi celular se callera y se partirá en miles de pedazos la pantalla.
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Just One More
Teen Fiction"-Todo lo que hice fue para que te enamoraras de mi. Para que veas que yo tenía razón. -Sus ojos completamente aguados se reflejaban en los míos mientras terminaba de romper su corazón, mi corazón. - Solo eres eso, Christopher. Solo eres uno más." S...