"-Todo lo que hice fue para que te enamoraras de mi. Para que veas que yo tenía razón. -Sus ojos completamente aguados se reflejaban en los míos mientras terminaba de romper su corazón, mi corazón. - Solo eres eso, Christopher. Solo eres uno más."
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Por alguna razón que desconocía no quería levantarme, no era resaca, lamentablemente, y tampoco era cansancio. No había vuelto muy tarde a casa y mi cuerpo estaba acostumbrado a las pocas horas de sueño. Era algo dentro mío que me indicaba el mal día que sería hoy, era preferible quedarse en la cama durmiendo, dentro de mis suaves sabanas con el aire acondicionado prendido al máximo y tapada hasta la cabeza. Si, el sentimiento me decía todo eso.
Mire la hora y todavía me quedaban unos 40 minutos hasta que sea el momento de levantarme. Pensé en tomarme una ducha para despertarme y revivir mis ganas de comenzar el día, sin embargo, me había bañado apenas volví de la fiesta y no le veía sentido. Mire mi celular y revise todas las redes sociales. Los chicos, Luke y Andy me habían mandado las fotos que nos tomamos en la noche y no podía parar de reírme. El gemelo debía tener una resaca que dudaba que se presentase al colegio. Había tomado como si fuese el fin del mundo y nos reímos mucho con sus tonterías. Nate, que estaba invitado, me acompaño toda la noche y nos divertimos a costa del ebrio. Era extraña la conexión que existía entre los chicos, sin embargo, nunca fui capaz de preguntar de donde se conocían. Esperaba una tonta respuesta o incluso una mentira y de esas ya existían muchas en mi vida como para agregarle una mas.
Conteste el mensaje de Hol avisándole que iba a clase y que obviamente no me iba a olvidar del terrorífico entrenamiento de porristas. No era que no me gustara el deporte solo que la capitana me ponía los pelos de punta. Alison se había presentado también por la noche, estaba buscando a alguien sin embargo no paso mucho tiempo haciéndolo. A los 10 minutos de haber llegado se fue sola. No me sorprendía, ella era así y si no conseguía lo que quería rápido se retiraba con la cabeza en alto.
Los golpes en mi puerta no se hicieron esperar segundos después de que mi alarma sonase. Mi madre estaba en casa, lo que significaba que mi padre también. Solté un fuerte soplido y comencé a vestirme. No quería verlo, aunque realmente no quería ver a nadie en este momento, pero mucho menos a ellos. Estaban intentando simular la familia perfecta que no éramos y no había nada salvo tensión en nuestras conversaciones. Ellos sabían que yo sabía que ocultaban algo. Y yo sabía que ellos sabían que también les ocultaba cosas, aunque de mi parte yo no estaba ocultando nada. Ellos no estuvieron para mí cuando las cosas ocurrieron y no creí necesario dar detalles a mis padres de ese horrible momento en mi vida.
Desayunamos en silencio respetando lo que cada uno hacia. Mi padre leía en su celular las ultimas noticias. Mi madre simulaba limpiar, como si siempre lo hiciese, y yo cargaba una y otra y otra vez twitter para saber si había algo nuevo. No lo había. Media hora después mi padre me llevo al colegio. Agradecía no tener que viajar en transporte público aunque el trafico también era una locura y mi padre no decía una palabra en lo que llevábamos del viaje, imagine que no lo haría en lo que quedaba.
Al ver los edificio de las cuadras anteriores comencé a ponerme nerviosa y ese sentimiento de no ir se había instalado de nuevo en mi pecho.
