Los Que Cayeron Del Cielo

Cap. 4

Llevaba un buen tiempo en ese lugar,  comenzaba a enloquecer, soñaba con salir de ahí,  que todo fuese una pesadilla,  pero lamentablemente la realidad no podría ser otra.

En ese instante la puerta se abrió. El hombre se quedo ahí parado durante un rato, no sabia estaba haciendo. La luz me cegaba por completo, me sentía tan débil que por mas que quería levantarme y correr las piernas no me respondían. —¿Te quedaras ahí como idiota?— pregunto enojado. Yo tenia tanto miedo que no respondí, no sabia que planeaba. Entonces se acercó hacia mi, me tomo en brazos y saco fuera de ese lugar.
No comprendía nada.

Me deposito en un sofá roto. Me sentía tan mal, que no me sorprendía si me desmallaba en ese instante, no había comido nada, ni dormido bien, temía que me hiciera algo horrible.  Entonces esta persona extraña me tendió un plato de sopa.  Tembloroso la tomé, estaba fría, pero que mas daba. La ingerí con rapidez,  tenia tanta hambre que eso no era suficiente. Pero esa persona no pareció notarlo porque no me ofreció otra taza de sopa. En su lugar se marcho a una especie de cuarto que hacia de cocina y lleno un vaso con agua. 

Pude observar el espacio en el que me encontraba. Una especie de cuarto  deteriorado. No parecía un lugar habitable,  solo había una pequeña cama, un televisor portátil, y el sofá en el que estaba, mas haya de eso no pude observar. El miedo y debilidad no me lo permitían.

Regresó con el vaso de agua y me lo tendió. Lo sorbí con rapidez.  Quería mas pero tenia mucho miedo.
Se sentó en la orilla de la cama y comenzó a leer un libro que se encontraba ahí mismo. Creo que se dió cuenta que observaba con incertidumbre cada un de sus movimientos porque de inmediato cerro el libro, tomo una toalla de la misma cama y me la lanzó,  me jaló del brazo y me empujó hacia un pequeño cuarto que tenia el objetivo de servir como baño. —ponte decente,  ahí hay ropa limpia— cerro la puerta y me dejo solo.