Cap.9

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—No puedo mas— había dicho.—llevo casi tres días manejando—después comenzó a dormirse en la carretera, mis gritos lo despertaban de mal humor y entonces una pequeña posada pereció en la ladera. Era como un milagro y agradecí al cielo el poder pisar tierra firme.
Sorey entro antes, en cuanto pago la habitación me arrastro fuera del auto, cuidando que no fuera visto por nadie. Eso me dio una clara señal, por alguna razón tenia el presentimiento de que mi desaparición era noticia grande.
Cerro la puerta con llave,  se veía cansado.

Busco una toalla entre el guarda ropa, enseguida la encontró, la toalla fue a parar a mi cara –ve a bañarte, apestas– sabia perfectamente que no olía mal. Llevaba casi tres días sin bañarme, aun así no comprendía porque a Sorey le importaba tanto mi higiene. El ni siquiera se dignaba a tomar una ducha. Esto era extraño.

He de admitirlo, el baño me relajo demasiado. Necesitaba un instante en tierra para sentirme un poco mas calmado y con algo de esperanza. Debía convencer a Sorey y así lograr escapar. No podía esperar nada bueno de un tipo que pretende comprarme.

Al salir del baño escuche unos ronquidos. Sorey dormía plácidamente sobre la cama. De nuevo dios me había dado otra oportunidad y no la dejaría escapar. Camine en silencio hacia la puerta. Era una cerradura común, necesitaba una llave o tal vez una aguja.
Revise el baño, nada,no había nada útil, por donde lo viera, necesitaba esa llave.
Recordé que aquel hombre se lo había metido en la bolsa de sus pantalones. Sabia lo que me tocaba hacer y no seria algo lindo.

Cada que mi mano vagaba por su ser, el reía y eso me alertaba. Finalmente encontré la llave en su bolsillo izquierdo. Llegue a la puerta y con torpeza trataba de introducir la llave, la adrenalina era demasiada. Introducir la llave parecía ser tarea difícil.
Logre girar la perilla, una vez logre introducir la llave. El pequeño chirrido que produjo me pareció estruendoso. Sorey dormitaba.
Abrí la puerta, esta producía un sonido sordo, tanto que parecía no existir. Cerré la puerta, estaba seguro Sorey aun dormía.

Los Que Cayeron Del CieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora