Estaba sentado, con las manos atadas, escuchando todo lo que Sorey tenia para decir. -Escucha niño- Mikleo- si mi vida dependía de este extraño ser, lo menos que podía hacer era llevar la fiesta en paz.
-mi nombre es Mikleo-. Sorey me deshizo el nudo, liberando mis manos. -bueno, mi nombre es Sorey,pero eso ya lo sabes- su voz sonaba diferente. Quizá el también comprendía que estaba atado a mi hasta que bueno, ocurriera lo que tenia que ocurrir.
-puedo preguntar porque cuidas tanto de mi?- parecía no comprender -es decir, me alimentas, me pides que tome un baño, e incluso me permites estar sin ataduras, eso no es algo que haría un secuestrador- el suspiro hondo y sonrió de lado- es sólo un requisito, no saques conclusiones por ti solo, si fuera por mí, te mantendría en la cejuela del auto- pretendí ignorar lo último y continúe.
- de acuerdo Sorey, entonces ¿que requisitos te solicitaron?, se que te molesta que pregunte. Pero si estuvieras en mi lugar comprenderías que simplemente no entiendes nada.
-no me molesta- sonaba extraño- es solo que como dije he tenido una semana horrorosa, no he dormido bien, mi amigo borracho estuvo apunto de dispararme y casi atropello a dos ancianas, ¿sabes que mal estoy? No tienes ni idea Mikleo.- me parecía que este hombre trataba de auto compadecerse, daba lastima, pero no tanto como lo pretendía.
-escucha Sorey, se que solamente haces tu trabajo y eso se respeta -tenia que ganarmelo - pero sabes, podrías dejarme ir y créeme que tu semana mejorará - como si eso fuese a ocurrir- te sentirás mucho mejor contigo mismo y tendrás la satisfacción de haber hecho lo correcto.- ni siquiera yo me lo creía - además no le contaré a nadie lo que ha ocurrido, y tal vez pueda pagarte de otras formas- trate de poner mi voz lo mas sensual que podía ser, en su lugar parecía una persona con demasiada gripe y movimientos roboticos.
-bueno- camino hacia mi de una forma tan sensual que por un momento olvide de que esto era un secuestro. - en ese caso me tomo del mentón y me obligó a verlo- ¿me crees tan pendejo?- se separo tan bruscamente de mi que lastimo mis mejillas, caí sobre la cama- necesitarás mas que eso, si quieres que te deje ir.- no entendía que era lo que quería lograr. Tomo asiento en una silla junto a la cama y coloco sus asquerosos pies sobre está. -he estado con muchas mujeres, alguien como tu no tiene mucho que ofrecer- no sabia si era una especie de desafío o simplemente un insulto, pero no podía negar que me molestaba demasiado. Entonces hice lo impensable. Me levante de la cama y camine lentamente hasta Sorey quien me miraba con atención como si ni siquiera él creyese lo que estaba a punto de hacer. -Sorey-dije con suavidad, tome su mano y comencé a rosarla con mi mejilla- no te parece que me has lastimado las mejillas- el se sonrojo visiblemente y comenzó a tartamudear.- se que te parezco una molestia- me acerque a su rostro, demasiado cerca para ser preciso- pero, lo que te diré puede que lo cambie todo- me observo a los ojos y pude ver los suyos tan verdes como un jade, eran otro mundo, tome valor y dije -tienes un moco- de inmediato lo vi retorcerse como gusano intentando cubrir su mucosidad.
Se levanto y de inmediato se dirigió al baño. Regreso todo ofuscado y visiblemente enojado, estaba apunto de regañarme, cuando un sonido potente se escucho. La pared de enfrente había estallado. No escuchaba absolutamente nada y Sorey estaba aturdido encima mio. Gritaba pero el parecía no escuchar.
Me tomo de donde pudo y ambos rodamos hacia el otro lado de la cama, cayendo al piso. Comencé a escuchar cuando una bala paso junto a mi, y grite con mucha fuerza su nombre Sorey.

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Los Que Cayeron Del Cielo
Fiksi PenggemarEsta persona sabia mi secreto y quería sacar provecho de ello. Yo no había nada de esta persona, ni de los caídos del cielo, pero ya estaba mas que metido en todo este extraño lío celestial.