Digimon Extend I: La leyenda de los niños cambiantes

15. El depredador fantasmal, DeathTylomon

No acababan de procesar lo que veían sus ojos. ¿Era posible? ¿Tantos niños humanos en una sola ciudad? Sí, era posible. Pero llevaban tanto tiempo sin ver a ningún otro humano que parecía increíble que de repente hubiera tantos juntos.

— ¿Quiénes sois? — preguntó Eli dejando a Wickmon en el suelo — ¿Qué hacéis aquí?

Los niños se miraron los unos a los otros, confundidos. Finalmente uno con el pelo castaño claro y ojos celestes dio un paso adelante mirando al resto.

— Dejad que me presente, soy el delegado de mi clase — dijo el niño, visiblemente más alto que ellos — También sois de España, ¿no?

— Qué va muiaio, venimo' dehde Cuba — dijo Wickmon con tono burlón — Pero aquí todoh somoh amigoh, chico.

— ¡Cómo clavas el acento! — se rió el muchacho — Se te deben de dar bien los idiomas...

Eli y Víctor intercambiaron miradas de complicidad y sarcasmo a partes iguales.

— Oh, perdonad, no me he presentado. Me llamo Daniel, Daniel Tarragona.

— ¿Tarragona? — Wickmon se rascó la cabeza con la oreja — ¿Como la ciudad?

— Sí.

— Pues yo soy Lucas, aunque mi forma humana está apagada o fuera de cobertura, así que por ahora soy un... Wickmon.

— Yo Elisa, pero podéis llamarme Eli.

— Yo me llamo Ví-

— ¡ANDA! — interrumpió Daniel — ¿Quién es ese Digimon que parece de juguete? No se parece a nada que haya visto...

— ¡Soy Sketchmon! ¡El digimon garabato! Y esta mona tan mona de aquí es Monmon, la Digimon mono.

— Genial... ¿sabéis por dónde se vuelve al mundo humano? Estamos un poco perdidos...

— Qué va — respondió Eli con un suspiro — Nosotros estamos igual de perdidos.

— Ezperad... ¿por casualidad tenéiz un dispositivo digital?

Daniel se sorprendió por la pregunta.

— ¿Qué es eso? Nosotros aparecimos aquí... de repente... en medio de una excursión. Estábamos en nuestro autobús cuando de repente vimos una luz y nos despertamos en las afueras de la ciudad.

— ¿Entonces... no tenéis esto? — dijo Eli sacando su dispositivo.