Tuya - Stydia

13. Estupida idea parte 2

Capítulo trece.

Salir de Beacon Hills no estaba dentro del plan, pero no habían playas aquí. De todas formas no fuimos muy lejos.

Y fuera del plan también había una lista de otras cosas que hicimos durante toda la mañana... como ir a la playa y gastar dinero en trajes de baño y comida.

No parecía importarnos, una hora antes de medio día ya estábamos dentro del coche lleno de bolsas, todo lo habíamos hecho más rápido de lo que habíamos planeado. Le dije a Chanel que tal vez llegaría a casa en la noche porque al salir de clases iría a la casa de Allison, le dije que se fuera a la hora que terminase su horario.

Una botella entera de vodka y un par de limones asidos, ambas estábamos tomando del pico de la botella sentadas a un lado del coche mirando la playa, después de darnos un baño de un rato en el mar.

El alcohol me hace sentir una sensación fogosa y lejana desde la garganta, como si estuviera ardiendo. Y sentí que era justamente lo que necesitaba, no podía descifrar o describir la satisfacción en mi sistema pero al reírme se reflejaba sin esfuerzo.

— Que se jodan los profesores hoy — dijo Allison riéndose — Que se jodan todos los chicos.

— No sabía que emborracharse se sentía tan bien — le dije y ella echó su cabeza hacia atrás para mirarme directamente a los ojos con una pizca de diversión

Puedo asegurar que ella estaría burlándose de mí.

— No estas borracha Lydia, aún no sabes lo que es eso — me dice y me da la botella de vodka una vez más

Bien. Entonces lo sabré muy pronto.

Suspiré apretando mis dientes mientras le daba un trago enorme a la botella y luego probaba un montón de limón ardiendo en mi lengua. Aprieto mis ojos mientras siento mi estómago retorcerse por el fuego entrando, mi garganta se sentía rasposa.

— ¿Estas segura de que aún no estoy borracha? — le pregunto a Allison en un gruñido, apartando lo que quedaba de zumo de limón en mi boca con el dedo pulgar

— Es naturalmente imposible que estés ebria a estas alturas — me dijo ladeando la cabeza, lo que me animó a tomarme otro trago para probarle lo contrario, a lo que ella respondió quitándome la botella — No toda es tuya — dijo dándole otro trago también, teniendo la misma reacción que yo, las dos nos reímos.

La imagen del profesor atravesó mi mente como una flecha, recordé el momento en el que lo vi entrar por la puerta del salón, mientras lo anunciaban como el nuevo profesor. Otro trago.

Recordé el día en el que me dijo que saliera de su clase porque llegué tarde. Un trago más. Sus cercanía dejándome sin aire cuando lo vi en el supermercado y bajó una caja de cereal para mí. Otro trago. Todos los sueños que tuve que con él, su pierna rozando mi rodilla debajo de la mesa, sus manos tocando mi brazo para hacerme girar hacia él en su coche y sus labios besando mi mejilla para luego dejarme agitada. Un trago más.

La botella estaba vacía

— ¿Podemos dormir en el coche? — me dijo Allison en algún momento de la noche, tal vez eran las siete o las ocho — No puedo conducir hasta casa — confesó

Mi cabello estaba cayendo en ondas sobre mi cara — Yo puedo dormir en cualquier lugar, Celestine — le dije estirando mis brazos hacia ella