Tuya - Stydia

20. El cómplice

Capítulo veinte.

Mi madre me seguía vigilando desde cerca. Muy meticulosamente.

Y cuando llego a clases noto algunas miradas. Todos se preguntan dónde está Tracy.

Aún me cuesta creer que ella haya sido capaz de hacer eso. Allison aún no me ha dicho a quien vio con ella cuando la descubrió.

La busqué en la hora del almuerzo, estaba sacando algo de su casillero. Y cuando me ve aparece una sonrisa en sus labios — Ahí estabas — dijo ella

Muerdo mi labio inferior — Allison, necesito que me lo digas ahora — le digo pero ella me interrumpe suspirando con una mueca torcida

— ¿Y ahora qué pasó? ¿Quieres que te diga si tienes mal aliento? — preguntó dando un paso — A ver, sopla

Miré a mi mejor amiga y puse los ojos en blanco sacudiendo la cabeza, debí pensar que me diría algo como eso

— Quiero que me digas quien es la otra persona — le dije plantándome firme sobre mis pies y sus cejas se alzan

— Era eso — asintió — Te digo que no me consta que sea así — murmuró pero me encogí de hombros

Solo quería saber quién era

— Entonces dime quién es y yo le preguntaré  directamente — contesté y ella arquea una ceja hacia mi

— ¿De verdad lo harías?

Asentí — Si, lo haré

Ella se queda un momento en silencio y mira sobre mis hombros, algo en sus ojos parece encender una alarma por un breve momento. Y cuando me mira de nuevo, suspira. — Voltéate

Frunzo el ceño. Y los nervios atacaron de repente.

¿Estaba detrás de mi?

Trago saliva. Pero hago lo que Allison dice. Giro mi cuello despacio

Pero solo veo Jackson de pie delante de su casillero. Estaba sacando un libro, le dio un golpe ligero para cerrarlo y después empezó a caminar en otra dirección

Me giré de nuevo hacia Allison — ¿Quién?

— ¿Estás ciega? — me pregunta mirando hacia Jackson — ¡Él!

Frunzo el ceño. — Allison. Estoy hablando enserio.

Me empuja por el costado. — ¿Tengo cara de estar bromeando? — levantó las cejas con seriedad — Es él de quién te estaba hablando. A quien vi con Tracy.

Me suspendo de repente.

— ¿Es broma? — levanto una ceja, mi voz nerviosa me delata.

Ella aprieta sus labios en una firme línea

— ¿Jackson? — pregunto de nuevo y ella mantiene el silencio, pero asiente.

Abro los ojos de par en par con la boca entreabierta. No, no podía haber sido él también. De Tracy no me sorprendía, pero... Jackson es mi amigo