11. La verdad

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Capitulo once.

Tuve mucho miedo de su reacción.

Mis dedos temblaban sobre mi regazo mientras cada palabra salía de mis labios. No pienso en si aquello había sido una buena o mala idea, lo único que puedo pensar es en desahogarme cuando se lo cuento.

Fue difícil, pero lo hice. Se lo dije todo.

Y ahora estaba sentado en el sofá con mi móvil leyendo los mensajes. Se acarició la sien repetidas veces con los ojos tensos, pasó una mano por su cabello y luego dejó mi teléfono en la mesa de golpe.

Se quedó en silencio por lo que pareció una eternidad.

Mi corazón está a punto de salir desbocado de mi pecho. Sus ojos me asustaban, pero no lo dejé influenciarme.

Por fin me dice algo

— ¿Por qué no me lo dijiste? — tensó la mandíbula con fuerza, su voz con un mínimo destello de frialdad.

Mi corazón cae hasta mis rodillas y me odio por sentirme de esta manera.

Eran muchas emociones juntas abrumándome, acusándome y persiguiendome... aunque no quiero admitirlo, una parte de mi se siente avergonzada y humillada.

Quería decir que no me afectaba pero lo hacía demasiado, que alguien me expusiera de aquella manera. ¿Por qué? ¿Por qué esa persona se enfocaba tanto en tirarme abajo?

Lo peor es que lo logró.

Quiero volver a la realidad para mirar a Stiles

— No quería preocuparte

Resopló — Debiste habérmelo dicho. Quien quiera que sea está hablando muy enserio — agregó

Asentí con la cabeza — Lo sé.

Se pone de pie. La mirada severa y sólida no se pretendía irse a ningún lado durante unos segundos suspendidos. Me siento ajena al aire que se moldeaba en el ambiente.

Él se acercó a mi y tomó mi cara entre sus manos haciendo que mi corazón diera una arcada agitada —Lydia, no podemos arriesgarnos. Esta persona tiene muchas pruebas y es muy peligroso — me dijo uniendo sus cejas y buscando mi mirada con sus ojos.

Trago saliva sintiendo el ácido en mi garganta por sus palabras — No sé como detener a mi madre — dije en un susurro.

Él negó con la cabeza pasando sus dedos en mi pelo alrededor de mi oreja — No tienes que hacerlo — dijo y mordí mi labio inferior

Estuve a punto de desplomarme en sus brazos cuando sostuvo mi rostro con sus manos. Me sentía en mi lugar seguro, el lugar al que pertenezco.

— Esto es mi culpa.

— No digas eso, ¿de acuerdo? No es tu culpa — me miró fijamente

Si lo es. Yo debi haber dicho algo antes, debí afrontar lo que estaba haciendo, debí haber tenido más cuidado desde que me había advertido. Dijo que iba a hablar y yo le ignoré.

— Lo es, debí hablar con ella antes. Está muy decepcionada ahora y tiene la razón, le mentí muchas veces — no quiero mirarlo a los ojos cuando digo esto, me sentía avergonzada

No puedo creer que no me di cuenta antes de los problemas que me podían causar un par de mensajes, que no me di cuenta de que si había una persona que sabía todo sobre nosotros y me amenazaba con hablar, claramente lo hacía porque tenía pruebas.

Stiles me mira en silencio por unos segundos hasta que sus pupilas parecen oscurecerse encima de mi. Ya no me estaba sosteniendo el rostro ahora, en cambio me miró con una nueva inquietud en el rostro. No supe de qué se trataba hasta que me preguntó

Tuya - Stydia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora