Veintisiete.

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La semana terminó bien, Céline quiso presentarle sus padres a Louis pero él le canceló diciendo que estaba muy ocupado con sus exámenes. Era mentira, claramente. En cuanto a Harry, cada vez lo veía menos. Supuso que pasaba más tiempo en entrenamientos y en reuniones con el equipo, así que intentó ignorarlo. Llegó a la conclusión de que le atraía un poco, pues los últimos días sin él fueron un martirio, se sentía solitario.

– Dado que la semana terminó, espero que les haya ido perfecto en los exámenes.– Dijo el viejo maestro con una sonrisa en la cara. Los estudiantes estaban en silencio, unos se veían relajados, otros pasaban sus manos por la parte trasera de sus cuellos, en gesto de preocupación.
Louis estaba tranquilo, Harry tenía una expresión neutra, sus pensamientos se concentraban en cosas diferentes.

Cuando el timbre sonó, todos salieron rápidamente. Estaban eufóricos, gritaban y saltaban, por fin el año escolar había terminando. Se sentían libres. Louis, por otro lado, fue el último en salir, se despidió del viejo profesor, pero este lo detuvo.

– Louis, ¿podrías ayudarme a llevar estos libros a la sala de profesores?– Le pidió– Este viejo se está cayendo a pedazos.

Louis rió ante su comentario y asintió. Tomó los libros y lo acompañó a través de los pasillos. Cuando llegaron, Louis dejó los libros en su escritorio, el maestro le agradeció y le dijo que iría por un café, pero que él ya podía irse. Louis se despidió y tomó su mochila, pero antes de abandonar su escritorio, pudo notar una pila de hojas amontonadas. Eran los exámenes finales de Química, y justo el examen que estaba de primera era la de Harry Styles. Louis intentó ignorarlo, pues no era de su incumbencia, no tendría que importarle en realidad, pero al final no pudo resistirse y tomó el examen entre sus dedos temblorosos, tenía curiosidad de saber cómo le había ido a su amigo.
Sus ojos se abrieron de par en par. No podía ser, Harry tenía todas las respuestas incorrectas. Eso significaba que reprobaría, y no podría graduarse. Su corazón se encogió, no podía permitir eso. Rápidamente buscó un lápiz, y cogió uno que tenía el profesor en su escritorio. Con extrema rapidez se dispuso a borrar todo lo que el rizado había escrito, para luego transcribir las respuestas que eran correctas. Louis siempre fue un chico políticamente correcto, nunca había hecho trampa ni le ayudaba a los demás, no le parecía honesto. Pero esta vez era diferente, el futuro de su amigo se veía en riesgo si reprobaba los exámenes, así que sin dudarlo lo hizo.
Luego de unos minutos, sintió pasos acercarse a la sala, así que apuró sus dedos, que estaban ya blancos de lo apretado que tenía el lápiz.

Por suerte, pudo corregir todo el examen y dejarlo tal cual en la pila de hojas. El maestro llegó a la sala y lo miró extrañado.– ¿Todavía sigues acá, Tomlinson?

Él, entre nervios, respondió– Ya me iba, que tenga unas buenas vacaciones, señor.– Sonrió y abandonó el salón, sintiéndose bien.

(...)

Camino a través de la escuela y decidió tomar el camino corto, que era cruzando la cancha de fútbol. Iba metido en sus pensamientos cuando notó que la cancha no estaba precisamente solitaria, como el resto de la escuela.
Harry estaba corriendo rápidamente con el balón en sus manos. Traía unos pantalones cortos y una camiseta sin mangas. Su cabello se veía mojado, y sus mejillas rosadas del cansancio. Louis tragó duro, se veía realmente bien así. No tomó en cuenta cuánto tiempo estuvo mirándolo, pero al parecer, el rizado lo notó. Ambos se miraron fijamente, y Louis pudo notar como a Harry se le asomaba una sonrisa.

Decidió darse vuelta y tomar al camino largo, pero un grave gritó lo detuvo– ¡Tomlinson!
No tuvo que pensarlo más, se dio vuelta y caminó hacia su amigo. Sentía remolinos en su estómago, sus manos estaban inquietas cuando pudo estar más cerca a él.

– Harry...– Le saludó– ¿Cómo has estado?–Intentó sonar tranquilo pero cierto es que su garganta estaba echa un nudo.

– No me quejo– Apretó el balón entre sus dedos– Creo que aprobaré todos los exámenes.

Louis no pudo resistirse y soltó una carcajada. Si tan solo supiera lo que acababa de hacer con su examen de química. Harry lo miró con gracia, no sabía porque su amigo reía, pero le agradaba. Extrañaba su voz.

Cuando Louis terminó de reír, ambos quedaron en un silencio para nada incomodo. Sus respiraciones eran tranquilas, el sol empezaba a esconderse, dando un toque naranja al cielo.

– ¿Estás practicando para el partido final del lunes?– Preguntó Louis, en un intento de escuchar su voz una vez más.

– Oh, no– Harry alineó sus labios– Solo quería entrenarme un poco.– Alardeó mientras movia sus brazos. Louis notó como las venas de sus antebrazos se marcaban de más y quiso pasar sus dedos por aquel camino. Pero se resistió, metiendo sus manos en sus bolsillos.

– ¿No estarás en el partido?– Frunció el ceño– Harry negó con la cabeza– ¿Por qué?

– No me siento bien– Suspiró– Con Niall al mando no creo que podamos hacer mucho.

– Pero Harry... Es el último partido. El más importante.

– Es una lástima, ¿no?– Ahora la voz de Harry sonó sombría. Louis sintió su estómago encogerse.

– Deberías jugar, será tu último partido como chico de secundaria– Intentó burlarse, y lo único que Harry hizo fue sonreír de un solo lado.

– Tu vendrás, ¿no es así?– Harry relamió sus labios– Céline alineará las porras de entretiempo. Debe ser importante para ella tenerte aquí.

Louis sintió algo amargo en su garganta– No lo sé realmente. Supongo.

Harry asintió– Entonces podrás decirme quién ganó.– Dijo, moviendo sus piernas torpemente.

De nuevo se vieron envueltos en un silencio, pero esta vez era más tenso.

– Mi mamá me dijo que me buscaste el domingo en la noche– Hary soltó y se agachó para tomar una botella de agua que yacía en el suelo. La abrió y tomó un sorbo de ella– ¿Es cierto?

Louis parpadeó rápidamente– No.– Aclaró– ¿Cómo pude? Estaba en mi cita– Se maldijo por decir aquello último. Era un tarado.

– ¿En serio?– Alzó las cejas– Oh, en ese caso, olvídalo– Lanzó de nuevo la botella.

Le sorprendió como Harry no le insistió para que dijera la verdad. De hecho, lo deprimió un poco el hecho de que no le importara. Louis iba esa noche para confesarle que podía intentarlo, quizás con un poco de tiempo podría llegar a quererlo como Harry lo quería.
Ahora, se sentía seguro de que lo quería de igual manera, solo bastó una semana para darse cuenta de lo mucho que Harry significaba para él.
Pero aparentemente, para Harry, ya había sido muy tarde.

– En realidad, Harry– Louis dice sin pensar– Lo hice.– Soltó. No quería que eso terminara ahí. Quería intentar arreglar las cosas, pero no sabía cómo.

– Lo sabía– Lanzó el balón al aire y lo atrapó en seguida.

– ¿Qué?– Louis preguntó confundido– Tú mamá me dijo que estabas con Niall.

– Mintió– Sonrió malévolamente– Me alegró tu inesperada visita, pero lamentablemente no estaba en condiciones de verte.

Louis se sintió culpable por unos segundos. Recordó lo mal que se veía Harry esa noche, nunca se había visto así.

– ¿Entonces? ¿Para qué me buscabas?– Harry se acerca a Louis– No me vas a dejar con la intriga, ¿o sí?

Looking For Him. | L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora