Veintitres.

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Louis tragó duro, de repente sintió que el cuello de la camisa no le permita respirar, así que en un vago intento de recuperar aire, desabotonó el primer botón de su cuello, liberándose. Céline lo vio, pequeñas gotas de sudor empezaban a adornar su frente– ¿Todo está bien, Lou?– Preguntó preocupada. Se veía enfermo.

Él la miró y asintió, apagó su teléfono y lo dejó en la mesa. Volvieron a mirarse fijamente, Céline siguió hablando– Lo cierto es que siempre me has interesado, Louis– Dijo sonrojada.
Este abrió los ojos de la sorpresa.
– En serio, siempre me has parecido uno de los chicos más inteligentes de la escuela, y también uno de los más guapos– Le guiñó el ojo.
Louis no sabia que decir. Estaba impactado.
– Bueno– Balbuceó–, me sorprende que me hayas notado.
Eso no fue cool; Se reprendió mentalmente.
– ¿A qué te refieres?– Céline tomó un trago de su vino.

– Nadie me nota, nunca– Se rió débilmente– Y si lo hacen es por Harry...

– ¿Styles?– Ella levantó las cejas– Es tu mejor amigo, ¿cierto?

Louis no supo que hacer, así que ignoró la pregunta. No estaba seguro si seguían siendo amigos.

– Él es lindo– La rubia admite– Pero no tanto como tú. Digo, ¿qué tan cliché puede ser? Es guapo, alto, capitán del equipo, mujeriego. Un típico chico de secundaria. En cambio tú... Tú eres especial, Lou.

Louis abrió la boca en sorpresa. Nadie nunca le había dicho algo así, ella en realidad le gustaba, y sonrió ampliamente. Se sintió en un sueño, que lamentablemente terminó debido a la vibración de su teléfono de nuevo. Lo miró a regañadientes, sabía que era Harry.

– No me iré de acá hasta hablar contigo.— Harry.

– Será rápido, por favor. Juro que no volveré a molestarte.— Harry.

Louis rodó los ojos y con una mirada suave, le dijo a Céline que lo esperara un segundo, que iría al baño.

Cuando salió del restaurante, se vio envuelto en un terrible frío, así que froto sus manos intentando enviarse calor. Miró al rededor y no vio a nadie, solo un chico que parecía un vagabundo. Ese chico se acercó y pudo ver que no era un sin hogar, sino Harry. Lucía demasiado mal, su cabello se veía sucio, su ojo estaba gordo, sus mejillas rojas, sus labios partidos y si ropa estaba asquerosamente manchada.
Louis hizo una mueca de disgusto y le iba a preguntar el porqué de su terrible apariencia, pero fue interrumpido por la gruesa voz de Harry.

– No hables– Demandó– Solo quiero aclararte todo, ¿sí? Escúchame– Louis frunció los labios, indeciso– Tienes razón en todo, Louis. Soy un idiota, lo he sido toda mi vida, he intentado engañarme a mí y a mis sentimientos, saliendo con varias chicas sin importarme una mierda lo que sienten. No lo hacía para joderte, en lo absoluto, no sé cómo puedes pensar así de mi– Bufó y respiró profundamente– Lo hacía porque estaba vacío por dentro, me sentía insaciable, porque la única persona con la que quería salir...– Se detuvo– Yo... Descubrí que me gustaban los hombres desde los trece. Y no quise ocultártelo desde un principio, pero éramos tan buenos amigos y no quise arruinarlo...– Pasó sus manos por su cabelló y lo jaló desesperado– Me gustas, Louis.– Soltó rápidamente. Cerró los ojos, quería que aquella escena terminara rápido. No quería ver la fría expresión de Louis al decirle que no lo amaba de vuelta.
El pequeño no dijo nada, se quedó helado. Sintió un cosquilleo en sus manos y su estómago, su respiración se agitó, con los labios entre abiertos intentó mantenerse en pie.

– Estoy horriblemente enamorado de ti. Siempre lo he estado y... Yo nunca quise decírtelo porque sé que no sientes lo mismo por mí, y no quería arruinar nuestra amistad. Por favor, perdóname. Nunca quise lastimarte.– Rogó y sintió lágrimas en sus ojos, últimamente había llorado bastante. Pero no se lo permitiría ahora.

Louis no sabia que decir ni qué pensar, él nunca pensó en Harry como algo más que un hermano, nunca pensó que pudiera gustar de él. Todo era tan repentino, sus pensamientos eran un desastre. Las palabras no salían de su garganta, no quería arruinar las cosas con Harry, quería seguir a su lado, sin importar nada. Pero sabía que no sería igual, ahora que sabía que siempre había estado enamorado de él.

– Di algo– Harry lo miró a los ojos.

– Harry– Intentó hablar pero su voz sonó tan indecisa que tuvo que toser un poco para intentar sonar mejor– Yo... Yo no...

– Lo entiendo.– Harry levanta los hombros.

– No sé qué pensar ahora mismo– Se quejó y cubrió su rostro con sus manos, gruñó y movió sus manos en sus costados– Céline está esperando por mi adentro, ¿sabías?

Harry asintió– Solo quería aclararlo todo– Dijo y su voz se apagó, sus ojos no eran verdes, sino completamente oscuros.

– Joder, Harry, ¿Por qué?– Lo miró fijamente– ¿Por qué ahora?

– Vuelve a tu cita, Louis...– Harry se dio la vuelta y emprendió su camino.

– Harry– Lo llamó. Él volteó. "No te vayas" quiso detenerlo. Pero no sabía qué decirle. No podía decirle que lo amaba también, porque no estaba seguro de ello, pero tampoco estaba seguro de dejarlo ir. No quería dejarlo.– Lo siento... Por tu ojo.

Harry ornó una curva con sus labios, y siguió caminando.

Louis se quedó solo en la entrada del restaurante, se dio vuelta y entro para encontrarse a una aburrida Céline con su rostro apoyado en su mano.

Looking For Him. | L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora