Siete.

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Era viernes, Harry nunca borró la sonrisa de su cara ese día. Estaba exaltado por su cita con Louis.

O bueno, no exactamente una cita. Saldría con el, como amigos.
Incluso ese pensamiento no borraba la sonrisa del chico.

Pero aunque él estaba sonriendo, por dentro era un caos. Estaba tan nervioso, pero sabía que no tenía por qué. Estaba nervioso por cosas insignificantes, como si debería llevar su bufanda roja, o si debería usar sus zapatos verdes brillantes. Rápidamente se deshizo de la última idea, sería muy obvio saber que es gay si se vistiera así para una noche de tragos.
¿Qué le podría gustar a Louis? Pensó. Él siempre anda con sus converse negros, sus jeans rasgados y sus sudaderas de Adidas.
¿Acaso no tendrá más ropa? Harry estaba seguro de que algún día podría ayudarlo a vestirse con estilo. Sonrió. La fantasía de verlo a él, tan pequeñito, utilizando zapatos brillantes y camisas con estampados... Sabía que a Louis no le gustaría, ¿Pero qué más da? Solo es un sueño.

Al final, Harry se decidió por unos zapatos negros y la bufanda gris. Se desabotono los dos primeros botones de su camisa y se bañó en perfume.

"Baja ya. Estoy aquí."– Louis.
Harry vio el mensaje y se vio por última vez en el espejo, apagó las luces y salió de casa.

– ¡Lou!– Harry gritó. Le dio un casto abrazo y Louis le sonrió.

– Vamos ya, son las nueve.– Louis dio la vuelta y se adentró al carro en el lado del conductor.

Harry entró y se puso el cinturón de seguridad. Pudo ver cómo Louis arrancaba, sin ponérselo. Así que sin pensarlo, alargó su brazo alrededor de su cintura, lo agarró y lo abrochó.

Louis lo miró por unos segundos, confundido. Pero luego sonrió levemente, agrietando sus ojos.

(...)

La música era fuerte, y difícilmente podías ver el suelo o algo, en realidad. Había humo, y mucha gente. Harry sintió la necesidad de agarrar a Louis de la mano, y asegurarse de que nadie lo empujara o lastimara. Pero tuvo que contenerse, ya que eso sería raro.

Cuando por fin pudieron atravesar el gentío, se sentaron en la barra, que estaba supremamente sucia. Harry y Louis pidieron una cerveza.
Cuando les sirvieron sus bebidas, ambos derramaron unas gotas, pues la luz era poca y era difícil ver el vaso si no fuera por las luces neón.

Una cerveza, dos, tres...
Eran las doce, y Louis ya iba por la décima cerveza de su noche. Harry, por otro lado, iba por el tercero nada más.
El pequeño estaba sudando, no había parado de bailar en toda la noche. Estaba muy borracho. El rizado, siempre estuvo junto a él, cuidando de que nadie se sobrepasará con su amigo.

– ¡Vamos, Harry! ¡Toma un poco más!– Le dijo Louis, mientras le acercaba el vaso a su boca. Harry ladeó la cabeza.

– No.– Dijo y trató de arrebatarle el vaso a Louis.

– ¡No seas marica!– Estiró el brazo en un intento de alejar el vaso de Harry.

– ¡No deberías tomar más, Louis!– La música era muy fuerte y casi no podía escucharlo.

– ¡No me jodas!– Louis intentó alejarse pero Harry le tomó el brazo con fuerza. Louis empezaba a enojarse, así que lo empujó, derramando unas gotas de su cerveza. Al ojiverde poco le importó, y esta vez fue más agresivo cuando intentó arrebatarle la cerveza. Lo tomó de los hombros mientras Louis forjaba contra el.
Harry sintió unas fuertes manos en su espalda, en un empujon que casi lo tumba. Volteó para encontrarse con un hombre, mucho más grande y gordo que él, que lo miraba (al parecer) con extrema rabia.

– ¿Qu...– Intentó preguntar Harry, pero el hombre ya estaba al lado de Louis.

– ¿Te está molestando?– Le preguntó mientras ponía su mano en su pequeño hombro.
Louis no dijo nada, estaba perdido en su embriaguez.

– Largo de aquí, idiota– Le dijo Harry mientras se acercaba al hombre.

– ¿O qué? ¿Acaso es tu novio?– Se burló el hombre. Le dio la espalda a Harry y tomó a Louis de la cintura.

Harry sintió los celos correr por su espalda, y en un ataque de ira, se acercó al hombre, y le volteó la cara de un fuerte puño.

Tanto Harry como Louis quedaron impactados. Harry nunca pensó en golpear tan fuerte a una persona, y Louis nunca pensó que Harry sería capaz de golpear a alguien.

El hombre, borracho y rabioso, no se demoró en girarse y golpear a Harry en la mejilla.
Louis se exaltó, estaba borracho pero pudo sentir el pánico al ver lo que se venía.

– ¡Oye, déjalo!– Intentó interponerse. Pero, como si fuera un pluma, fue empujado a un lado por Harry. Este, lanzó otro, y otro puño al hombre; quien no se quedaba atrás. Lo agarró del hombro fuertemente y le golpeó unas cinco veces en el estomago. Dejando a Harry en el suelo.

Cuando el hombre planeaba patearlo, Louis se interpuso, recibiendo una patada en su canilla. Pero no le importó, y aceleró su puño en la mandíbula del hombre.

(...)

Los dos amigos (sangrantes y borrachos) estaban helados, en la parte trasera del bar. Los habían sacado del lugar por la puerta trasera.

Louis seguía borracho, y no quería moverse. Estaba recostado contra la fría pared de ladrillo. Harry no están borracho, pero sí muy magullado.

Looking For Him. | L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora