Capítulo 7: Corriente...(parte 1)

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POV CHRISTIAN







Aún con una sonrisa partiendo mi cara en dos por el sueño que tuve anoche, soy muy metódico con respecto a mi apariencia. Me he afeitado por lo menos tres veces y llamé a un peluquero para que venga a cortarme el cabello, mi traje negro impecable, la camisa blanca de lino perfectamente planchada, corbata negra y una buena cantidad de perfume. Aún así, creo que me falta algo... y es que los nervios y la ansiedad no me dejan pensar con claridad. Falta muy poco para las ocho de la mañana y yo ya estoy listo, me gustaría apurar el tiempo, que ya sean las nueve de la mañana y por fin poder verla. Paciencia, solo un poco más, espera un poco más. Me repito internamente hasta que me calmo. Salgo de mi habitación y encuentro a Sawyer desayunando.

-Buenos días Lucas.-

-Buen día Christian, luces bien...-

Asiento en forma de agradecimiento, realmente me esforcé por verme bien y espero que ella lo note.

-¿Vas a desayunar algo?.-

-No. Me gustaría que saliéramos de una vez.-

-Es muy temprano aún... sabes que no estamos lejos. Yo le calculo unos quince minutos como máximo.-

-Lo sé, no soy estúpido. Pero ya no aguanto más. Quiero salir de aquí ahora, la ansiedad me está matando.-

Le digo porque es la pura verdad. Necesito aire y no me importaría seguir esperando si se que la veré, pero ciertamente prefiero esperar en otro lado.

-Bien, vamonos entonces.-

Ya con el maletín en mano nos dirigimos al estacionamiento en completo silencio. No seré una buena compañía hasta que pase todo esto, y quizás ni entonces si no sale todo como lo planee. Sawyer pone el auto en marcha y por fin vamos rumbo a Steele & CO.

-¡Joder! No traje ningún presente, ¿Debería comprarle algo?. ¿Tú que opinas?.-

Me gustaría saber en que momento me volvi tan inseguro que termino por pedirle consejos a mi guardaespaldas, pero aquí estoy, sin saber que mierda hacer y esperando su respuesta.

-No lo creo Christian, aunque tú debes saber eso mejor que nadie.-

¡Maldición! Tiene razón. Miro mi reloj que marca las 8:25, tengo tiempo de ir a una tienda.

-Llévame a Niummen lo más rápido que puedas.-

Es una casa de antigüedad que siempre me gustó, no queda muy lejos de aquí que yo recuerde. Asiente y arranca el auto. En menos de lo que pensé se estaciona y bajo rápidamente. Cuando entro, una señora con gafas rojas y sonrisa dulce se acerca para atenderme.

-Hola, ¿En qué lo puedo ayudar?.-

-Buenos días. Estoy buscando un obsequio, algo delicado que diga que... que demuestre que....-

-Que la ama.-

Termina la oración por mi y se lo agradezco, esta situación es muy difícil, es muy importante para mi y mi futuro. Hoy sabré si vivo o muero. Tan difícil y tan simple a la vez, un simple momento en mi vida que marcará lo que me pasará. Que me dirá que puedo esperar en mi futuro cercano. Porque no pienso seguir asi, hoy sé que tengo dos opciones: luchar o rendirme y espero fervientemente que sea la primera opción. Pero no la seguiré lastimando, por más que me muera de ganas de tenerla a mi lado, de abrazarla, de besarla, no la forzaré a hacer nada que no quiera, si ella decide que no puede o no quiere luchar conmigo y salir adelante juntos, no insistiré.
Asiento a la mujer que camina detrás del mostrador y saca un fino anillo de diamantes blancos, diminutos diamantes que forman un corazón.

Por ti   (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora