Por ti (Editando)

Capítulo 27: Destino...

Especial pov Elena Lincon

-No más... ya no más por favor.-

Jamás en mi vida creí que podría decir estas palabras, pero esto es un infierno, el peor y más jodido infierno. He sido violada a cada segundo desde hace un mes, no he tenido descanso. Cuando uno o una se va, viene otro. Me han metido palos, macanas, consoladores y cualquier cosa que hayan encontrado. Me duele y no sé cuanto podré aguantar.
Aquí las putas presas me llaman "lapedo" diminutivo de "la pedofila" son tan originales. Aunque no sé de donde sacaron eso.

-Es mi turno puta.-

Entra una mujer gorda y se saca la bata que la cubría. Voy a vomitar, esto es horrible.

-Sin rodeos putita, hazme acabar con tu boca. ¡Vamos que tengo hambre! Y pobre de ti que no lo hagas bien.-

¡Oh Dios! Matame, que alguien se apiade y me mate ahora. Me abofetea tan fuerte la perra que mi cara se da vuelta.

-¡Que te apures te dije! ¿O quieres que llame a Valeria?.-

No, esa no. Valeria es una dominante, mató a tres mujeres y cinco hombres en sus sesiones. Es peor que yo, es cruel y solo disfruta golpeando. Cuando vino la primera vez, no dejaba de pegarme con un fierro en la espalda mientras me hacía chuparla. He estado con mujeres en mi vida, pero eran mujeres hermosas y limpias. Estas, como la que tengo enfrente, da asco.
Y lo hago, con mi experiencia y tratando de que dure lo menos posible la hago acabar en cinco minutos. Cuando se va, vomito lo poco que traía en el estómago. Esto es asqueroso, este es mi infierno. No me lo merezco, lo sé. Christian Grey era mío hasta que esa zorra lo atrapó y lo alejó de mi. No tendré un juicio y el condenado de mi abogado me dejó sola, dice que no puede hacer nada por mi. Sospecho que Christian le pagó para que me dejara, se está vengando y lo está haciendo bien. Pero yo siempre lo ayudé, siempre lo amé, a mi manera pero lo amo. ¿Por qué nunca me quiso? ¿Por qué la eligió a ella antes que a mi?.

-Arriba, quiero ese culo flaco en mi polla.-

Y ahí viene un guardia. Se desabrocha el pantalón y saca su polla, algo grande debo decir, pero no tan grande como la de mi Christian. Me da vuelta bruscamente y me sube el vestido de presa color naranja. Hace a un lado mi tanga y sin esperar mas entra en mi, grito por el dolor. El bastardo ni siquiera se lúbrico. Se mueve rápido y me estruja un pecho con fuerza mientras sus dedos se clavan en mi cintura.

-Si puta, muévete, sé que te gusta. Vamos muévete.-

Como ve que no lo hago sale de mi culo y me da vuelta haciendo que me arrodille. Su polla manchada de sangre, de mi sangre está a centímetros de mi cara.

-Chupa.-

Niego con la cabeza, no lo haré.

-¡Chupa te dije vieja puta de mierda!.-

Saca su arma y la pone en mi cabeza, no tengo otro remedio. No quiero morir aún, no aquí, no así. Yo debo morir a su lado. Se la chupo, olvidando el sabor asqueroso y cierro los ojos pensando que es él. Eso me ayudará, siempre lo hace. Acaba en mi boca y me obliga a tragarmelo. Se va y me acuesto en esta asquerosa cama que huele a semen y transpiración. Estoy cansada y me duele todo, quiero dormir, solo un rato. Al parecer es la hora de comer pero a mi no me dejan estar con las otras presas, según un guardia que vino hace dos días, yo estoy aquí para ser el juguete de quien quiera cojer. Maldita sea, esto es obra de Christian, estoy segura. Debi matarlo cuando lo tenia en mi poder.
Pero no podía hacerlo, lo amo demasiado, nunca entenderé por qué no me ama igual que yo a él. Él es lo que es gracias a mi, yo le enseñé todo lo que sabe, yo le di sentido a su vida, yo lo hice seguro de sí mismo y le ayudé a forjar su empresa. Joder, yo le di el dinero cuando todos le dieron la espalda, logré que encaminara su vida hacia algo productivo. Yo lo hice quien es, ¿Por qué no puede verlo? ¿Por qué me rechaza? Y se porqué es, es por la puta cazafortunas de Anastasia, maldita sea la hora en que se cruzó en su camino. Si no hubieran llegado por ella, ahora estaría muerta y yo con él. ¡Maldita!