Capítulo 29: Bienvenida...

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Especial POV Taylor

Me es difícil dejar a Ana y a Thedy, pero mi mujer me necesita en este momento. Aunque no estoy muy feliz de ver a la perra de Antonella, después de que quiso seducirme cuando eramos jóvenes y que haya culpado a Gail de que ella la traicionó. Nunca entendió que yo nunca fui de ella, pero los celos y la envidia la cegaron, buscando cualquier motivo para interponerse en nuestra relación. Decidimos dejar Portland y venir a Seattle, solo por alejarnos de ella. Lo último que supimos de ella hace unos meses es que estaba embarazada de Dios sabe quien, por que ni ella lo recuerda. Y ahora llama a su hermana pidiéndole disculpas y rogando que la venga a ver. Pues que se valla al carajo, yo no la pienso ver, me quedare afuera esperando a que terminen y luego volveré con mi mujer a casa con nuestra hija y mi nieto. Por que si, eso es lo que ellos son para mí, y Christian... es como el hijo que siempre soñé tener, un hombre con principios y centrado, que sabe lo que quiere y que cuando ama, ama desde el alma. Desde que Ana lo vio, supe que jamaz se iría de nuestras vidas, de una forma u otra él estaría presente y me alegro mucho por eso, él le dio sentido a su vida, una vida vacia desde que murieron sus padres.

-Jason, ¿Crees que estoy haciendo bien en verla?.-

Puedo sentir la duda en el tono de su voz, mi dulce esposa no sabe lo que es el odio. Me encojo de hombros, no se que decirle.

-Eso lo averiguaras cuando la veas. Pero si este es otro de sus trucos... no permitiré que nos vuelva a joder. La sacaré de nuestras vidas y esta vez para siempre.-

-No creo que quiera eso. Quizás se arrepintió y quiere que recuperemos nuestra unión de hermanas.-

Suspira profundamente, si, antes de que yo llegará a su vida, ellas eran inseparables, como gemelas. Pero la envidia fue más fuerte que su unión, y siempre lamente eso. Gail no se merecía que ella le hiciera tanto daño y yo no lo soporte, le di a elegir entre su hermana y yo, por supuesto que me eligió por sobre todos, pero esto es algo que sin poder evitarlo nos molesto toda nuestra relación...

-Solo espero que no sea nada grave.-

-Lo averiguaras ni bien lleguemos. Falta poco.-

Y cuando termino de decir esto, el piloto nos informa que quedan solo diez minutos. Ella a mi lado está nerviosa, tomo su mano para demostrarle mi apoyo. Se que hay secretos entre nosotros, como lo de Elena, algo que jamaz le contare por que se que no aprobaría la decisión de Ana y mucho menos la mía de apoyarla. Ella no necesita saber eso. Y espero que jamaz lo descubra, es un secreto que necesitamos mantener de ella. Por el simple echo que la perturbaria demasiado saber lo que hicimos. Si tan solo pudiera decirle a esa niña que no... pero no puedo, es la luz de mis ojos, siempre lo fue y siempre lo será, y sabía en el fondo de mi corazón que ella necesitaba hacer eso, pero tener a Thedy... ese niño simplemente nos tiene total y completamente a sus pies, es la perfecta combinación de Ana y Christian.

Gail está inusualmente callada de camino al hospital, tomo su mano en la mía mientras conduzco y me regala una tierna sonrisa, jamaz me cansaré de amarla, es tan perfecta para mi.

-Tómate el tiempo que necesites cariño, iré por un café y te esperare aquí junto a la puerta.-

-No creo tardar mucho, solo quiero saber como esta.-

Asiento y le doy un beso en la frente antes de que se pierda tras las puertas de la sala para cuidados intensivos. Al ser el único pariente que ha venido a verla desde que está internada, le permitieron el paso sin protestas. Me pregunto vagamente ¿Por que nadie ha venido a visitarla? Ellas tienen tíos y primos que pueden cuidarla, no sólo es Gail.
Camino perezosamente hacia el pequeño bar dentro del hospital, se que esto tomará tiempo. Compro un café que sabe asqueroso, pero que necesito para aguantar aquí. Cuando vuelvo se escucha el llanto de Gail tras las puertas y los gritos de ella. Dejo el café sobre una silla y decido entrar, si la está alterando de alguna manera me la llevare de aquí, así me odie luego. No permitiré que la dañe nuevamente.

Por ti   (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora