HEARTBEAT #1; yoonmin

01 (ii)

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Jimin siente como si le estuvieran partiendo la espalda.

Se ha estirado lo más que ha podido, hundiendo su columna lumbar en el canto de la cómoda para intentar conseguir la mayor distancia posible.

Moriría ahí mismo, lo podía predecir. Su lucha era horrible porque Yoongi lo tenía acorralado mientras lo escudriñaba con la mirada como si quisiera descubrirle todos sus secretos, y realmente era incómodo, porque no lo conocía y quería por todos lados gritarle que uno no va por la vida acorralando gente, quitándole el espacio personal y observando como si estuviera juzgándolo en el acto.

—Disculpa, pero-

—Mira, te lo diré de nuevo —Yoongi interrumpe y de inmediato siente el aire tibio chocar en sus labios, el olor a menta fresca impregnó su nariz—. No tengo suficiente paciencia como para aguantarte a ti, un desconocido, así que o te vas de mi habitación mientras lo pido amablemente, o te saco a patadas, tú decides.

No podía decir nada, estaba más preocupado pensando hasta donde llegaría si decide empujarlo y correr lo más lejos de él.

—Yo... yo... uhm, esta es mi habitación, hyung, ya te dije.

Yoongi viró los ojos. —Yoonmin.

Jimin escuchó el nombre, enarcó sus cejas y sonrió en el acto. —Es Jimin, hyung. Ji-min.

El mayor volvió a poner los ojos en blanco. —Bueno, Jimin. Quiero abrir el cajón, así que, por favor, ¿quítate?

Obviamente no se quitó, ni mucho menos lo hizo cuando Yoongi ejerció fuerza hasta abrirlo un poquito.

La imagen de sus bóxeres con dibujos animados de Disney que Namjoon le regaló para el día del niño —sólo porque estaban en oferta— era lo que podía esperar si decidía apartarse de ese cajón, así que más por la vergüenza decidió permanecer y ejercer toda la fuerza posible para que Yoongi no lo abriera, porque su ropa interior era sagrada, nadie la podía ver.

—Hyuuuung~ de verdad no quiero que veas mi ropa, ni siquiera nos conocemos. —Suplica, utilizando aegyo, intentando por todos los medios que Yoongi se pusiera en su lugar y dejara la habitación, o que por ultimo quitara las manos de la cómoda y lo deje de ver así, y sobre todo que deje de observar sus labios, porque ¿qué pasaba con sus labios? Sentía que se volvería loco cada vez que el pelinegro cambiaba la vista hasta sus labios.

—Realmente no tengo tiempo para esto.

—¡Pero a ti no te gustaría que alguien quiera ver tu ropa interior!

Yoongi lo observa con el ceño fruncido y luego se separa, tomando distancia y cruzándose de brazos. Jimin por fin se destensa, sintiendo el espacio personal de vuelta.

—He estado viviendo aquí por casi dos meses y estoy seguro que ese cajón no tiene ropa interior tuya o de quién sea, Jaemin, jemin, Jimin, o como te llames.

Jimin ignora los nombres y de inmediato frunce su ceño igualándose, al contrario. —Entonces ¿Dónde está mi ropa?

—Wow, ¿ya se conocieron? —Una tercera voz aparece, y ambos giran al mismo tiempo, Jimin frunce aún más el ceño al notar a Namjoon recargado contra el marco mientras sonreía y apretaba las correas de su mochila. De inmediato se pregunta cómo lo había hecho para demorar apenas minutos en hacer su cosa con los papeles.