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 Jimin saludó al conserje con un asentimiento de cabeza y apegó el móvil más cerca de su oreja.

—No creo que sea buena idea hyung...

—¿¡Qué!? —Hoseok soltó un grito, tan fuerte que tuvo la necesidad de alejar el celular por unos segundos. Cuando lo volvió acercar, escuchó el resoplido molesto del mayor—. ¡Es una excelente idea, Jiminnie! Se cumplirán cuatro meses de su muerte y tú... debes estar ahí, mis padres quieren conocerte, anda di que sí... ellos realmente quieren verte...

Cuando llegó al ascensor, apretó el número de su piso, y a pesar de que se encontraba solo y sin Hoseok mirándole, negó con la cabeza. No es que no quería, pero Hoseok le pedía algo demasiado grande, un paso muy largo, uno que no estaba listo a dar. Por un lado, quería ir a la cena que le había mencionado Hoseok y así poder agradecerle o disculparse con los padres de Haeyeon, sin embargo, tenía demasiado miedo, porque se sentía como el personaje malvado de algún cuento.

Suspiró como por cuarta vez y recostó su espalda contra la pared del fondo. —De verdad que no luce como una buena idea...

—Jimin... mis padres no te odian si es lo que te preocupa—la voz del castaño ahora salió dulce, para nada exaltada ni con gritos de por medio como anteriormente había sido, de alguna forma sintió como el suave tono le acariciaba—, nadie te odia, eres tú la única persona que aún no entiende que nada de esto fue tu culpa, maldición...

Sabía que era cierto, la mayor parte de él sabía cómo realmente eran las cosas, pero el sentimiento estaba demasiado arraigado en él que no podía sacárselo, nadie podía estar en sus zapatos, nadie podría entender lo que se sentía vivir así.

Tragó duro cuando el ascensor abrió las puertas en su piso, porque apenas dobló por el pasillo, una persona se formó en sus pensamientos. Una persona que tenía mucho que ver en esto.

—Yoongi... —dijo de pronto—. ¿é-el irá?

La línea se volvió silencio, y era ridículo que sintiera un tipo de tensión en el aire cuando Hoseok no le respondió, pero ahí estaba, sintiendo el ambiente tornarse más denso.

—No... él... —Hoseok parecía elegir con cuidado sus palabras, Jimin se sintió un tanto culpable—. Sé que no le has dicho y sé que ustedes... bueno... yo no quería escuchar ese día su conversación, pero ¡no fue mi culpa! Yoongi-hyung de pronto gritó que le gustabas y yo justo desperté... te juro que no fue mi intención.

—Está bien, tú... —Jimin se mordió sus labios y cambio el peso de un pie a otro—. ¿No estás molesto?

—No ¿Por qué? —Jimin no respondió y Hoseok al parecer entendió la pregunta porque su voz de inmediato sonó con un tono de advertencia—. Jimin, hay veces que quiero simplemente golpearte por lo tonto que eres, deja de pensar que todos te odian o algo así, no sé si existe ese síndrome o algo, pero debes dejar de ser taaaaan negativo, siento que me contagias.

Jimin soltó una ligera risita por lo último y comenzó a caminar hasta el departamento. —Ya, hyung, eres tonto...

—Tú lo eres más por pensar tantas cosas en esa cabeza tuya... dime que irás ¿bueno? Yoongi-hyung no irá, no sabe de la cena ¿aún no le dices cierto?

HEARTBEAT #1; yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora