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Había gente que estaba destinada a no coincidir. Taehyung y Yoongi eran ese tipo de caso. Como si la sola energía que transmitían chocara entre ellas, repeliendo la ajena.

Nadie supo cómo el ambiente de la sala pasó de risas, abrazos a uno de completa hostilidad.

De vuelta en el apartamento, Jimin se había llevado una gran sorpresa de ver a Taehyung ahí de pie en el pequeño vestíbulo esperando por él. Estaba mucho más alto y más bonito de lo que recordaba, cierto orgullo había crecido al ver hasta donde había llegado su mejor amigo. ¡incluso traía un guardaespaldas con él!

Pero ahora, luego de que todo el ambiente feliz cesara, bastó un par de presentaciones para que la sala de estar se transformara un completo campo de batalla, donde dos cuerpos, muy diferentes físicamente se encontraban de pie frente al otro, a una distancia de dos metros Yoongi y Taehyung parecían echar fuego por los ojos; aires de superioridad emanándose por cada rincón de la casa.

Los sillones donde Jin, Namjoon y Jimin estaban sentados, hacía de escenario; y Jungkook, quien permanecía cerca de su jefe, tomó el papel del árbitro, según los demás.

Y a pesar de que nunca en sus vidas se habían visto, Jimin creía que ambos habían nacido con el propósito de encontrarse sólo para odiarse. Pensó que, en ese instante debería aplicarse la ley universal que enseñaban todos los libros de romance: Los que pelean se aman. Pero a simple vista, cualquier persona podría deducir que Taehyung y Yoongi estaban muy lejos de amarse.

Jimin se incorporó en su sitio, deslizando la vista entre ambos muchachos y pensando cuál sería el momento exacto para interrumpir y así evitar cualquier enfrentamiento extraño.

Pero Taehyung frunce el ceño, con las manos en los bolsillos y haciendo un ademán con su cabeza, como esos típicos gestos yakuzas de los animes japoneses que veía.

—¿Por qué hacías eso con Jimin?

Ay no.

Jimin agachó la cabeza en su sitio, cerrando los ojos y deseando masajear permanentemente su sien al recordar que Taehyung y todos los otros los habían visto, por algunas cámaras de seguridad, actuando todo melosos. Prefiere olvidarlo, porque solo le trae vergüenza, sin embargo, es imposible cuando su amigo lo trae a colación, casi como si quisiera montar todo un show por eso.

Yoongi rio con burla y ladeó la cabeza. —¿Por qué te importa?

No había forma de que las palabras pudieran cortar tanto, pero parecía que eso ocurría entre ellos dos.

Taehyung imitó la risa contraria, pasando la lengua por sus caninos inferiores y mirándole fijamente. —Yo soy esposo de Jimin

Y por esa razón Jimin quería evitar esto, de inmediato se puso de pie, sabiendo que, si no detenía a Taehyung, su cabeza podría comenzar a doler después porque su amigo era demasiado impredecible, sobre todo cuando se comportaba en modo papá celoso y mucho peor que Namjoon.

—Tae...

—¿Ah sí? —Yoongi enarcó una ceja, ignorando completamente el hecho de que Jimin quería decir algo, que lo más probable sería un intento fallido de desear que todos junten sus manos y comiencen a cantar alguna canción que hable de la amistad y el amor. Y claro, eso no pasaría ni en millones años luz. Así que para evitar eso, cruzó sus brazos y resopló. —Entonces... ¿por qué Jimin siempre es el que me busca? Y tú sabes a qué me refiero con buscar...

HEARTBEAT #1; yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora