10 - II

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Todo estaba siendo demasiado extraño para Yoongi. La música se mantenía fuerte, pero aun así podía escuchar las risas de todos, lo suficientemente tomados como para encontrar graciosa cualquier situación.

A excepción de él, que apenas llevaba una sola copa y su humor parecía decaer. Es decir, siempre traía consigo ese humor como el de un viejo que vivía sólo dedicándose a espantar a los niños que pasaban cerca de su casa. Pero esta vez se sentía como si quisiera echar a todo el grupo esparcido en el improvisado círculo ahí en la alfombra. Por lo mismo, bebió todo el contenido de su vaso, gruñendo de lo frustrado que era no saber qué estaba sintiendo en realidad.

Lo único claro, era que toda la culpa caía en Jimin.

—¡Ya basta! ¡No, hyung! Ahí no~ —el rubio reía fuerte mientras intentaba patalearle a un Hoseok que le hacía cosquillas. Lo peor fue cuando Taehyung agarró sus manos, apresándolas mientras se ubicaba detrás de él, de tal forma, que su pecho le sirva de respaldo.

—¡En sus costillas, Hoseok-hyung! ¡en sus costillas

Hoseok rio divertido, y con unos cuantos tragos demás en el cuerpo, se las ingenió para hincarse de rodillas y tomar las piernas de Jimin para abrirlas, dejándolas a cada lado de su cadera y así él poder acercarse mucho más. Movió sus manos desde el estómago hasta la parte de sus costados, obteniendo como resultado al menor retorciéndose bajo su toque.

—Si Jimin no se estuviera riendo, pensaría que quieren violarlo —Jin echó un trozo de pastel a su boca. Pastel que los demás le habían preparado cuando llegó hace unas horas atrás. Con una mano seguía comiendo y con la otra mantenía el celular alzado, grabando la escena llena de risa que vivían los tres frente a él. Luego, llevó el aparato hacia el otro lado, donde una persona emanaba un aire demasiado oscuro como para pensar que estaban celebrando algo—. Y Yoongi tiene un rostro de tres metros, porque quiere ocupar el lugar de Hoseok. Miren... un poco más y las cejas se le juntan, está tan rojo, es la primera vez que veo tanto color en su rostro... y Jungkook —se volteó hacia donde el menor permanecía alejado de todos, observando a la nada, como si para él fuera una especie de prohibición ser partícipe de una escena que compartía demasiada familiaridad—, Jungkook sólo vive. —Entonces la cámara volvió a él, para enfocar a Namjoon. —Mi Nam está demasiado contento viendo a sus cachorritos jugar —sonrió cuando vio la gran sonrisa del alto, para nada preocupado de que quizás a Jimin se le puedan reventar las tripas luego de tanto reírse. Cuando estuvo más que conforme de haberlo grabado, vuelve la cámara hacia él y hace el signo de la paz cerca de su ojo—. Y todo esto en mi cumpleaños, fin.

Cortó el vídeo y dejó su celular en el suelo, bien cerca de él, porque todo lucía como si en cualquier momento algo iba a ocurrir, algo que necesite ser grabado y a él, como que le emocionaba reportar las cosas y todo ese trabajo típico de los periodistas en la escena.

—¡Más arriba Hoseok-hyung! ¡más arriba!

—N-no, Ya, ya, Tae suéltame, mi estómago BASTAAA~

Yoongi gruñó. Intentando no verse tan afectado con la escena. —Hoseok, para tu mierda quieres.

Pero Hoseok no le escuchó, porque estaba encantado con la risa del menor, quien por inercia apretaba las piernas en sus caderas, intentando de alguna forma desenredarse de la llave que ambos chicos, conspirados en su contra, habían hecho.

HEARTBEAT #1; yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora