— Quiero que este trabajo sea tuyo hijo, pero primero tienes que hacer algo grande, ¿entiendes? Necesitas hacer un nuevo hotel, que éste actualizado, lujoso y después de eso tiene que pasar por el consejo, y si lo aprueban el puesto es tuyo. Pero tú sabes que no te puedo dar el puesto así como así, tienes que ganarte las cosas y lo sabes.
Papá siempre hablaba de lo mismo, "debes de ganarte las cosas", esa era su frase para todo. Tenía una compañía de hoteles y estaban buscando un director del proyecto, en cuánto oí las noticias no pude resistirme, París es hermoso pero no hay nada ahí para mí. Así que dejé el puesto de director en Francia para regresar y ganar el puesto que tanto había deseado toda la vida, pero ahora me venía con el cuento de que debía hacer un nuevo hotel para tomar sus acciones y de una vez por todas ser el presidente de Somerhalder Inn.
— Entonces, lo único que debo hacer es conseguir un arquitecto que haga un excelente trabajo y luego el puesto es mío ¿cierto? — Crucé mis piernas y mi papá se recargó en su escritorio sonriendo.
— Y te voy a ayudar con eso. ¿Ya viste el nuevo rascacielos para el banco ese nuevo? — Asentí — Ese es el tipo de arquitecto que buscamos. Al parecer Judy tiene sus datos, convéncelo de que haga un nuevo hotel y el puesto es tuyo hijo.
Sonreí al escuchar esas palabras. — No te voy a fallar, lo sabes — Salí a toda a prisa a buscar a la secretaria de mi papá.
— Hola Judy...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— Aquí tienes, tu cita es a las 4:00pm en el café entre la 59 y la quinta, no llegues tarde niño — Me interrumpió antes de que pudiera decirle algo lindo, ella siempre hacía eso.
— Eres grandiosa, ¡te amo!
Judy era como una segunda mamá para mí, había trabajado casi toda la vida con mi papá y esperaba siguiera trabajando para mí. Subí al elevador y apreté el botón del primer piso, cuando llegue salí al estacionamiento y al ver el papel que Judy me había entregado no podía creer lo que estaba leyendo.
Eso sólo significaba una cosa: problema. Conocí a t/n cuando estábamos en la secundaria y seguro me odia, ella y yo tuvimos una relación pero por idiota me metí con otra chica, desde entonces ella siempre terminaba en ridículo, lo cierto es que la quería mucho. Seguro aún me odia y no querrá hacer nada para mí o algo que tenga que ver conmigo.
Aceleré pues no quería llegar tarde, cuando legué aparqué el auto y una señorita me guío hasta una mesa que estaba reservada a mi nombre, no había nadie aún y estaba un poco nervioso de volver a encontrarme con t/n de nuevo. Tomé mi teléfono y llamé a Judy.
— ¿Sí, Ian? — Contestó con curiosidad.
— Creo que es un error esto, ¿estás segura de que este es el arquitecto que debo contratar? — Di que no, di que no, di que no.
