Maratón 2/3
Recargaste el asiento hacía atrás y te recostaste, mientras veías las nubes moviéndose gracias a la rapidez del auto.
- ¿A dónde vamos? – Miraste a tu novio, quien llevaba una gorra que le habías regalado en su segundo aniversario, él sonrió y te miró por un segundo, luego su mirada volvió a la carretera.
- No lo sé – Encogió los hombros y saltaste de tu asiento.
- ¿Cómo que no sabes? ¿A caso me estás secuestrando? ¡Saldré ahora mismo de aquí!
Ian comenzó a reír y eso te hizo reír, el volteaba en pequeños segundos a verte mientras sostenías la manija de la puerta y al mismo tiempo reías.
- No quieres abrir esa puerta a menos de que quieras morir, lo sabes ¿cierto? – Rodaste los ojos y te acomodaste para ver a tu novio manejar. Subiste el asiento a su lugar y encendiste la radio para que no fuera todo tan callado.
Tarareabas la canción mientras mirabas el camino, no había nada más que montañas verdes y enormes, tomaste la botella de agua que estaba en el portavasos y le diste un trago.
- No tomes mucha, no hay baños cerca, y ya sabemos cómo eres – Río por su chiste pero no te hizo nada de gracia.
- ¿Entonces por qué vamos a un lugar tan lejos si ya sabes que hago mucha pipí? Sólo a ti se te ocurre – Metiste la botella en el portavasos con una molestia fingida.
- Sólo faltan unas cuatro horas, cariño
Te volviste a recargar en el asiento, no aguantabas estar tanto tiempo sin nada qué hacer, sólo podías platicar con Ian o escuchar música o dormir, todas las opciones sonaban bien pero no te gustaba la idea de permanecer cuatro horas "encerrada" en el auto.
Comenzó "I Don't Wanna Live Forever", una de tus canciones favoritas y comenzaste a cantar, Ian cantaba contigo, amabas que tenían gustos muy similares en casi todo, comida, bebidas, música, entre otras cosas, ambos cantaban y reían, mientras él manejaba. No había muchos carros así que la carretera estaba casi libre, lo cuál te relajaba un poco pues te ponía nerviosa que Ian a veces no mirara la carretera y cantara contigo.
Más canciones comenzaron a llegar, más cantaban, más reían hasta que notaste algo extraño. Pasaron un par de autos policiacos, iban incluso más rápido que el auto en el que iban, bajaste la música y cuando volteaste ya era muy tarde.
Un gran tráiler venía en su dirección.
Gritaste y tapaste tus ojos, sólo sentiste un gran choque y despertaste en la arena que estaba del lado de la carretera, te dolían las costillas y viste que llevabas un gran pedazo de metal en tu brazo, pero aun así te pusiste de pie cómo pudiste y fuiste a buscar a Ian pero no lo veías por un lado, hasta que viste el auto y corriste a ver si tu novio se encontraba ahí. Cuando llegaste notaste que estaba todo cubierto de sangre y tenía un gran tubo que pasaba por su corazón. No hiciste más que tirarte en la arena y llorar.
***
Despertaste con sudor y asustada, Ian rápidamente brincó y te tomó en sus brazos.
- Ya, tranquila amor, todo está bien, aquí estoy yo – Te abrazo mientras tratabas de recuperar la respiración.
Tomaste su brazo y volteaste a verlo.
- No quiero perderte, no quiero – Mencionaste mientras besabas su mejilla.
Él te miró confundido, no comprendía lo que habías soñado pero no le importó, sólo te abrazó.
- Te amo, t/n. Jamás te dejaré.
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Ian Somerhalder One-Shots
AcakAquí podrás imaginar pequeños momentos con el ojiazul más bello de todos.