El lobo

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Callum habia comido comida chatarra toda su vida.
Su padre simplemente creaba dinero con la magia y hechizaba a los caotizados para que parecieran personas y fueran a comprarles.
Ninguno sabia como rayos seguian extremadamente delgados pero tampoco era algo malo, asi que solo lo ignoraban.
Y aunque Callum podia gozar de cualquier manjar con solo pedirlo, ese día solo miro la hamburgesa y le dibujo una carita triste en el cheddar, suspirando.
-Callum...
Hizo un recorrido visual por todo el largo de la mesa hasta que llegó al otro extremo, donde se encontraba su padre. Este era un hombre de rasgos finos, de ojos grises y oscuros, y de una no demasiado larga cabellera castaña. Nunca le habia encontrado un parecido con él, asi que supuso que era parecido a su madre, la cual jamás vio.
-¿Estas bien?...
El chico asintió con la cabeza y el hombre junto sus labios, como si no se tragara algo.
-Te ves triste, hijo. Sabes que siempre puedes contar conmigo.
-No es nada. Solo que las clases del maestro Joseph son algo aburridas y me dejan algo cansado. Eso es todo.
Su padre sonrió y él le devolvió la sonrisa.
-Phil, llevate esto.
-¿Phil? ¿Le pones nombre a los caotizados?
Callum solo levantó los hombros.
-Está conmigo siempre, de alguna forma tenia que llamarlo.
Su padre soltó una pequeña risa nasal y dejó que se fuera sin comer. Seguramente lo iba a encontrar robando comida a medianoche. "Chico glotón" pensó. Pero pronto la sonrisa desapareció de su rostro. "Es un buen chico,  seguro no le gustará estar tan solo aquí."
Luego recordó algo y la sonrisa reapareció en su rostro.

Unos días despues.

-Papá, dejame ver -dijo a tono de regaña Callum, pues su padre le habia tapado los ojos con una tela.
Este solo rió y se lo negó.
-La sorpresa está cerca, no dejaré que lo arruines.
Caminaron un rato más y finalmente pararon.
-¿Es aquí?...
Entonces escuchó un ladrido. Luego, sintió que algo le lamía la mano. Se sacó la tela y vió a Wogan, el lobo de su padre.
Pero detrás habia una loba hembra, y al lado de esta, un cachorro. Su padre tomo a este último con las manos y se lo entregó.
-Wogan tuvo una cría... pense... que tal vez... quisieras quedártelo...
Callum abrió mucho los ojos.
-¡Claro que sí!
Abrazó a su padre con fuerza y le dió un beso en la mejilla.
-Gracias, papá. Te quiero.
-Yo tambien te quiero.
El chico dejó al lobezno en sus pies y se puso a jugar con él.
Constantaine realmente amaba a Callum. No queria hacerlo al principio, pero no pudo resistirse a ese bebé que con ojos brillantes le daba un amor que no podía ni imaginar.
-¿Cómo se llama?
Su padre miró al lobo, que lanzó un ladrido.
-Su nombre es Estrago.

Nota de la escritora

¿Cómo nos llamamos?
Porque en serio, me desespera.
Se que soy meztisa, miraculer y... ¡¿Y QUÉ?! Fan de Magisterium no es... lo... ustedes saben.
Inventenlo. ¡Vamos! ¡Démosnos un nombre!
Voto por Hunternianos... ok no... oh si? Como sea...
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El chico de la pierna rota -MagisteriumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora