El chico de la pierna rota -Magisterium

Alastair Hunt

No es que a Call le importara ir mojado en un auto. Pero ir mojado en un auto, durante horas, pegado al insoportable chico de Jasper DeWinter era terrorifico.
-¡Maldita sea! ¡No es mi culpa que no hayan puesto los cinturones!
-¡Callate Portman! Mientras más hablas peor se pone.
Tamara los miró desde el asiento del acompañante con una mirada asesina.
-¿No llevan ni cinco minutos juntos y ya se pelean como si fueran enemigos de toda la vida?
-¡Todo es culpa de Aaron! -dijo Jasper- Si de verdad supiera conducir...
Y si, era culpa de Aaron en cierta forma. El auto subia y bajaba de velocidad, daba vueltas, paraba de golpe dejando a los chicos del asiento trasero en posisiones que la escritora no tuvo el cerebro de imaginar. Ok no XD
El hecho de que el asiatico insultara al makaris de ojos verdes hizo que a Call le hirviese la sangre.
-¿Por qué carajo se juntan con este?
Tamara le dió la respuesta.
-Luego de que mi hermana se convirtió en un elemental, Jasper me apoyó mucho, y nos hicimos buenos amigos -Call vió como a Jasper parecía dolerle la palabra "amigos"-. Cuando el maestro Rufus nos eligió a Aaron, Jasper y a mí como sus aprendices, me hice más amiga de Aaron. Y el tonto no pudo entenderlo y nos separamos. Desde entonces se entromete en todo lo que hago. Incluyendo esta... mision.
-Razonable. Ya le veía con cara de acosador.
-¿¡Qué!? ¡Tamara! El loco es él.
-Y llegamos -dijo Aaron con una sonrisa y voz cantarina, como si en vez de querer matarse, Call y Jasper se estuvieran dando besitos y diciendose lo mucho que se amaban.
Aunque "llegamos" tampoco era muy acertado. Estaban frente a una casa de suburbios, aunque mal cuidada y con varias botellas de alcohol tiradas por el pasto que no habia sido cortado en mucho tiempo.
-Esto no es el Magisterium...
-Nop... -el rubio miró para los costados- Es la casa de quien le robamos el auto -golpeó el volante con los dedos y salió del auto.
Call quedó petrificado.
-¿Robaron un auto?
-Tecnicamente lo pedimos prestado... -dijo Aaron-. Mira, se lo estamos devolviendo.
En ese momento la puerta de la casa se abrió para dejar salir a un hombre de 36 años aproximados, con una barba mal recortada y varios indicios de que sufría dolor de cabeza por estados de ebriedad en la noche anterior.
-Oh, Dios -dijo Jasper por lo bajo-. ¿No podíamos robarle el auto a, no se, el osito Winnie The Pooh?
-¡Vandalos!
Call salió del auto. Ese hombre le parecía terriblemente familiar.
Cuando este lo vió a él, se quedo parado en medio del patio. Entonces lo recordó.
-Usted es Alastair Hunt -lo conocia por una fotografía que tenía su padre en su dormitorio. Ambos habían sido aprendices del maestro Rufus y buenos amigos, hasta que su padre se convirtió en el Enemigo y no quiso apoyarlo.
-Si... Así... es...
Ninguno se quitó la vista de encima por varios segundos. Call parecía tan interesante para el hombre como este lo era para él.
-Vayanse... -retrocedió unos pasos- Antes de que llame a la policia.
Y los cuatro magos salieron corriendo. Bueno, Call rengeó lo más rápido que pudo, y con un nudo en la garganta.