Dime que hacer.

436 47 30
                                    

Callum estaba sudando a pesar del frío.
¿Qué carajo habia hecho?
Lo habian preparado para matar al makaris toda su vida, y eso fué exactamente lo que no hizo.
-¿Que...? -dijo la cabeza de Veritty Torres.
-Oh, no jodas con los acertijos. Tuve un día de mierda.
-Contraseña aceptada.
La puerta se abrió por completo dejando entrar al niño y a su lobo.
Dentro, bajo la luz de las antorchas, su padre poseia una gran sonrisa.
-Hijo, tengo que decirte algo.
-Ahora no, papá...
-No importa -lo tomó por los hombros-. ¡Eh capturado al makaris!
Callum quedó petrificado.
-¿Qué?
-Asi es, hijo. Por fin vamos a tener una familia unida. Tu tío, Jericho... ¡pronto despertará! -a su padre se le escaparon unas lagrimas- Sin el chico no tienen protección. Y ahora soy más poderoso y fuerte que antes. ¡Vamos a revivir a tu tío!
El Enemigo de la Muerte se puso a bailar en plena habitación. Subiendose a las mesas y tarareando "She Loves You" de los Beatles. Y aunque Callum en ese momento se hubiera llenado de felicidad, o reido por las locuras de su padre, en ese momento solo sentía desepcion.
"Son estupidos." pensó "No los maté y en menos de media hora ya los atraparon de nuevo."
El chico miró a Estrago, este le devolvió la mirada con ojos amarillos, naranjas y rojos.
-Eso es asombroso, papá -dijo sonriendo, pero sin apartar la mirada de Estrago-. Pero estoy muy cansado, lo celebraremos en la mañana.
Los ojos-remolino del lobo lo mataban. Su mascota solo lo miraba así cuando sabía que debía tomar una decición, y Callum ni siquiera sabía que debía tomarla hasta aquel momento.
¿Salvar o dejar que maten al makaris y a la chica?
"¿Por qué te lo preguntas? No puedes salvarlos otra vez." Pero un sentimiento de culpa apareció. "Pero tampoco puedo dejarlos ahí sabiendo que puedo salvarlos.".
-Papá... -le tembló la voz.
-¿Si, hijo? -le respondió entre tarareos de, ahora, "Love me do".
-¿Dónde... dónde está el makaris...?
-El maestro Joseph se está "encargando" de él. Le está sacando información sobre hubicaciones y todas esas cosas. Y la chica con la que vino está con él.
El chico tragó saliva pensando en el anciano torturando. Que estuvieran vivos aún sería todo un milagro.
-Este... Okey... Adiós... -lo ayudó con unos coros de la canción, y se fué a su habitación.
Se tiró en su cama sudando como si estuviera en pleno desierto.
Su lobo se sentó y lo volvió a mirar de la misma forma que antes.
-¡No hagas eso Estrago! ¡Ni siquiera sé si de verdad voy a hacerlo!
El lobo lanzó un ruido, con un tono de interrogación. Y en ese momento, Callum supo lo que debía hacer.

El maestro Joseph cerró la puerta de la sala de tortura con llave, la cual dejó en una mesa al lado de esta. Cuandó se fué, Callum salió de su escondite y abrió la puerta.
El dúo estaba atado con cadenas a una pared. El chico supo que estas bloqueban la magia, pues tenian simbolos de los elementos esculpidos en ellas.
En cuanto a los chicos... Bueno, Callum no era un experto. Pero si un experto en magia de tierra los atendiera, podía apostar a que sobrevivían.
-Tú... -dijo la morena- Eres tú... El chico de la pierna rota...
Se cayó al ver que invocaba llamas negras otra vez.
Se dirigió al rubio.
-Tengo suficiente poder de caos como para liberarte a ti y a ella de las cadenas -el chico lo miró ilusionado-. Pero primero dame una razón para hacerlo.
-¿Qué?
-Ya me escuchaste. ¿Porque debo usar mi magia para liberarte?
El chico abrió la boca varias veces, pero sin poderle responder algo. Hasta que finalmente lo miró a los ojos.
-Por la misma razón que no me mataste en el bosque. Porque aunque seas el hijo del peor de los villanos, sigues siendo humano.
Eso a Callum le tocó el corazón.
-Has demostrado valer la pena...
Lanzó las llamas negras a las cadenas, y el makaris quedó liberado.

NOTA DE LA ESCRITORA

Si, ya se, cambié la portada otra vez. Deberán irse acostumbrando. Pues tal vez lo vuelva a hacer.
By!

El chico de la pierna rota -MagisteriumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora