"...Luego Lyra se llevo a la boca una de las pequeñas frutas rojas.
-Will...-dijo, sintiendo que el corazón le latía aceleradamente mientras le acercaba la fruta a los labios.
Al mirarlo a los ojos, Lyra comprendio que había captado su intención y que se sentía tan dichoso que no podía articular palabra. Will notó que los dedos de Lyra temblaban sobre sus labios y le sostuvo la mano con una de las suyas. Ninguno de ellos se atrevía a mirar al otro a los ojos; se sentían confundidos, eufóricos.
Sus labios se rozaron, como dos polillas que chocan torpemente entre si. De pronto, antes de que se pudieran percatar lo que hacian, se abrazaron y besaron con avidez, ciegamente"."El Catalejo Lacado" de Philip Pullman.
Las semanas pasaron rápidas para Call. En ellas aprendió muchas cosas. Como caminar por los pasillos del Magisterium.
También conoció más a Tamara. Descubrió que era imposible no verla con un libro en la mano. Leia de todo, ficción, no ficción, fantasía, misterio, ciencia ficción, y aunque jámas lo admitiera, Call la había encontrado con un libro de romance en las manos.
También descubrió que debajo de toda la estupidez que tenia Jasper, pues, se esforzaba por conseguir lo que queria de maneras ingeniosas. Pero era demasiado orgulloso.
Y Aaron... Ja, era Aaron.
Tenia la misma sonrisa dulce.
Los mismos ojos brillantes.
Y Call seguía siendo solo un amigo para él. O al menos eso creía.
-¿Verdad o reto?
Estaba en la sala de estudiantes con Tamara.
-Emmm... Verdad.
Supo que él era mucho más maduro que la mayoría de los chicos de su edad, pero eso no le impedía hacer juegos y sentirse como un chico de trece años.
-A ver... ¿A ti te... gusta alguien?
Se le incendiaron las orejas mientras Tamara le lanzaba una mirada pícara.
-Pues... Eh, yo... Pues, él es...
-¿Él?
-Si, bueno, yo...
-No, no. Tranquilo, no tengo nada contra los homosexuales.
Lanzó un suspiro.
-Gracias.
-¿Y? ¿Quién es él?
Se mordió el labio.
-Él-él es... Aaron.
Call no supo como no se rompió los tímpanos ante el grito tipo fangirl de Tamara.
-OH, POR DIOS.
Lo abrazó con fuerza, sin dejar de gritar.
-¡No te preocupes, los shippearé! Serán mi OTP. Se llamarán... Callron. Si. Y se casarán, -lo abrazó con más fuerza- y tendrán muchos hijos. Bueno, los adoptarán, pero serán igual de lindos que ustedes. Uno se llamará Amelia y el otro...
-Tamara, me está dejando sin aire.
-Oh, si. Lo siento.
Lo soltó. En ese momento, la puerta se abrió.
-¿Qué fué ese grito? -dijo Aaron con un semblante preocupado.
El de ojos grises y la de trenzas intercambiaron miradas.
-Me... me golpié el pie.
-¿Segura? ¿Estás bien?
-Claro, mira -dijo levantando su pie descalsa-. Está bien.
El rubió frunció el seño.
-De... De acuerdo.
Por un segundo, los ojos de los makaris se cruzaron. Fué un instante, pero logró hacer que ambos se sonrojaran.
Tamará hiba a lanzar otro grito fangirl, pero pareció contenerse, y no dijo nada. Aún así, era Tamara Rajavi, y a ella no le gustaba esperar a que las cosas pasen.
-¿Vamos a la galería? Oí que van a dar una muy buena pelicula.
-Claro, ¿cuál es?
Se mordió el labio.
-Ya lo verán al llegar allí.
Tamara se paró de golpe, puso la cara más triste que pudo y dijo:
-Oh, lo siento. No puedo ir. Acabo de recordar que quedé con Celia -mentira, sabía que ni siquiera se llevaba con la rubia.
-Bueno. ¿Vamos Aaron?
Este le mostró su mejor sonrisa y asintió con la cabeza.Allí, en el Magisterium, cada uno va a su ritmo. Y Call hiba lento, culpa a su pierna. Pero Aaron se retrasaba por él. Si, por él. Caminaban a la misma velocidad, hombro contra hombro, brazo contra brazo, con los nudillos de cada uno chocandose con los del otro a cada paso.
No hablaban. No sabian qué decir.
-Oh, no -dijo Aaron al llegar.
Levantó la vista para ver que la pelicula era... "Sinfonia de Amor". A Call le daban diabetes con solo leer su nombre.
Un montón de chicas con sus novios se dirijian a la galería. Seguramente ni veerian la pelicula.
-Me vengaré, Tamara -masculló entre dientes.
-Ey... ¿Y si hacemos otra cosa?
Lo miró con el seño fruncido y una sonrisa en sus labios.
-¿Que planeas, makaris?
-Ya verás, Tambien-Eres-Un-Makaris.
Se perdió entre la gente, y al rato volvió con los brazos llenos de golosinas.
-Sígueme.
Se alejaron de la galería, y con sijilo, salieron a el bosque, a un lugar mas o menos apartado.
El rubio dejó los dulces en el piso y se acostó boca arriba. El pelinegro lo imitó.
Nunca se habia detenido a mirar las estrellas en todo el tiempo que estuvo allí. El cielo estaba minado de ellas. Cada una más brillante que la otra. Era mucho mejor que ver una comedia romántica con un montón de gente besandose.
-Lindo ¿No?
-Si. Muy... brillante.
El rubio lanzó una carcajada.
-Si, supongo que es brillante.
Comieron en silencio. Demasiada tensión.
-Y... Tú... ¿Sales con una chica?
El de ojos verdes casi se atraganta con la comida.
-Eh. Verás. Yo... A mi... Ught, siempre es dificil decirlo. Digamos que estoy en ambos bandos.
-Osea que eres...
-Bisexual. Pero digamos que me gustan más los chicos.
-Ah... -Call sonreia demasiado.
El rubio se rascó la nuca.
-¿Y tú?
-A mi... Solo me gusta un género.
-Oh... -su cara mostraba decepción-. Si, Celia es una chica guapa...
-¿Qué? -lanzó una carcajada- No me gusta Celia.
El rubio arqueó una ceja, confundido. Y él, pues, él solo reia.
-Aaron, soy gay.
Sus ojos brillaron, la sonrisa a la que llamaba "Obra de Angeles" apareción es su rostro, estúpidamente perfecta.
-Oh, genial -dijo sin dejar de reir.
-¿Genial? -planeaba molestarlo- ¿Acaso estás feliz con que me gusten los hombres?
Se ruborizó.
-No. Bueno, si. Tú sabes.
-No, no lo sé.
-Bu-Bueno... Ught ¡Ya saca de tu cara esa adorable sonrisa que tienes!
Claro que eso solo la hizo crecer.
-Soy adorable ¿Eh?
-Y algo insoportable. Harías buena pareja con Jasper -se llevó una lata de Coca-Cola a la boca.
La sonrisa del pelinegro desapareció.
-Asi que... ¿Dices que haría buena pareja con Jasper?
El rubio escupió el liquido.
-Bueno, deberias estar con quien quisieras. ¿Tienes a alguien en mente?
El chico de la pierna rota lo miró a los ojos.
-A ti.
No hubo nada más que decir. Aaron se le acercó, lentamente.
Cuando sus labios estuvieron a centímetros de distancia, cerraron los ojos.
Aaron lo besó.
Y aunque Call lo tenía en frente, se sintió en el cielo.Nota de la escritora
Hello...
Si, pues, terminé Maze Runner. Era dificil escribir algo diabetico. Pero por suerte lo logré, o al menos eso creo.
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El chico de la pierna rota -Magisterium
FanfictionTodos conocemos la historia de Callum Hunt, aquel chico que posee el alma del Enemigo de la Muerte. ¿Pero que pasaría Constantain Madden no hubiera muerto esa noche? Estaría debilitado, y buscaría a un joven que pudiera ocupar su lugar cuando a él y...