Entre Las Sombras | Stingue

DESTRUIDO

Narrador POV'S

Habían pasado dos días desde que Rogue se enteró de esa "fatalidad". Decidió mantenerse encerrado en su cuarto, ni siquiera dejaba entrar a Frosch por miedo a lastimarlo, ya que su estado emocional se había ido a la mierda; y aunque no dejara su cuarto, sabía que Sting no vendría a joderlo con que abriera la puerta, ya que la mayoría del tiempo se la pasaba con su "amada Ultear."

-Rogue-sama? - oyó la dulce voz de Yukino llamándolo desde el otro lado de la puerta.

-Qué quieres? - preguntó fríamente Rogue.

-No ha comido en estos dos días, y no preguntaré la razón de por qué está así, pero sepa que estoy muy preocupada por usted! - exclamó Yukino, con algo de indignación.

-Gracias por preocuparte Yukino, pero...
no se me antoja comer - le dijo Rogue, la voz le empezaba a temblar, lágrimas saldrían otra vez.

-Está bien, espero que se ponga mejor de lo que sea que tenga, Rogue-sama. Si necesita algo, no dude en llamarme - le dijo Yukino, marchándose de ahí.

"Detesto estar así, y más que nada por él...no pensé que me dolería tanto, no tuve que arrojarlo a los brazos de ella" pensaba Rogue, colocando la cabeza en su almohada; sólo quería gritar, pero lo escucharían y nuevamente vendrían a molestarlo. Su estado físico era deplorable, tenía ojeras bajo sus ojos que incluso a la mayor distancia se notarían, su piel se tornó pálida, y lo peor era que posiblemente estuviera deshidratado; su salud para él era lo de menos ahora.

-Frosch está preocupado por Rogue y no sabe cómo ayudarlo - murmuró el pequeño exceed, sus ojos estaban humedecidos.

-Tranquilo Frosch-sama, seguramente él está pasando por un mal momento - le dijo Yukino, aunque ni ella se creía eso.

-Frosch nunca lo había visto así, a este paso...Rogue podría... - decía Frosch, sin poder terminar la frase.

-No diga una cosa así, Frosch-sama! estoy completamente segura de que Rogue-sama estará bien! - dijo la maga celestial, dejando sin palabras a Frosch.

Frosch comenzó a llorar mucho más que antes, y Yukino no sabía cómo consolarlo, no se le ocurría decirle algo que lo dejara tranquilo. "Debería decirle lo que está pasando a Sting-sama, sin duda él sabría qué hacer en esta situación y lograría sacar a Rogue-sama de su habitación, pero temo que haya una pelea entre ellos dos, ¡¿qué hago?!" se decía Yukino en su mente, hasta que cayó en la conclusión de que quizá cierta persona podría ser de ayuda en ocasiones así.

Emprendió camino a Fairy Tail, y luego de una hora llegó a aquel gremio. Estaba de pie frente a las enormes puertas de ese lugar, y sin dudarlo más entró, sintiendo miles de miradas sobre sí misma. Buscó con la mirada desesperadamente a esa persona hasta hallarla al lado del alquimista de hielo.

-Juvia-san! - gritó Yukino, acercándose a ella.

-Esa chica no es la de Saber? - preguntó Gray, extrañado.

-Espere un momento, Gray-sama - le pidió Juvia, aproximándose a la chica.

-Qué alivio encontrarla aquí! - le dijo Yukino, tomándole ambas manos.

-¿Qué sucede, Yukino? - le preguntó Juvia, algo asustada.

-Se trata de Rogue-sama, él no se encuentra bien - le dijo la maga celestial con una voz lastimera.

Gray alzó la vista apenas escuchó ese nombre, y lentamente empezó a acercarse a ellas.

-Está enfermo? le pasó algo? - le preguntó Juvia, preocupada.