Entre Las Sombras | Stingue

MIS VERDADERAS INTENCIONES

Sting POV'S

-Lamento que tenga que cancelar nuestra "cita" hoy, pero se me presentó algo importante y no puedo faltar - me excusé frente a Ultear, la cual me miraba
extrañada.

-No te preocupes, será para otro día - me dijo con su dulce sonrisa, tan propia de ella.

Luego nos despedimos, ella me besó, presentí que ese sería el último beso que nos daríamos.

Cuando comenzaba a alejarse, les hice una señal a los demás para que salieran
del gremio.

-Buen trabajo, Sting - me felicitó Minerva, de forma sárcastica, claro.

-Ustedes dos la seguirán sin que los descubra, mientras que yo y Gray-sama les haremos guardia desde atrás - nos ordenó Juvia, viéndola muy decidida.

-Entendido - respondí, acto seguido yo y Minerva apresuramos el paso para no perder de vista a Ultear.

Ya me pareció extraño que Ultear se adentrara hacia el bosque, en línea recta. Minerva se me adelantó, no quise detenerla, ya que de seguro me golpearía si lo hacía. Seguí caminando en su misma dirección, ya habían pasado varios minutos que llevábamos así, a dónde se supone que íbamos?. En eso, Minerva se detiene bruscamente, por lo que choqué de golpe con ella.

-Qué pasa? por qué te detie...? - no pude acabar mi pregunta, ya que dirigí mi vista hacia donde Minerva estaba mirando, y me quedé inmovil.

Lo que tanto me empeñaba en negar estaba ocurriendo justo frente a mis ojos. Ultear hablándole de manera respetuosa a ese bastardo, incluso reverenciándolo.

Apreté ambos puños con fuerza, una rabia que hasta ese momento desconocía empezaba a fluir en mí.

-Sting, no vayas a... - me decía Minerva, pero no la dejé terminar, ya que con mi "Dragon Force" activado me abalancé contra Ultear, sin darle tiempo a reaccionar.

-Sting?! - exclamó ella sin poder moverse, porque la tenía debajo de mí, inmóvil.

-No lo puedo creer...yo creí en ti... - comencé a murmurar, la voz apenas me salía.

-Por qué estás aquí?! me estabas siguiendo?! - preguntaba ella, pero ahora me resultaba un fastidio oír su voz.

-Cállate! - le ordené exasperado, golpeando en dirección al suelo, a unos vagos centímetros lejos de su cabeza.

-Este idiota nunca aprenderá... - pude escuchar decir a Minerva, ya que tenía buen oído.

-Cómo te atreves a desconfiar de la persona que te ama?! - me preguntó Ultear, tratando de victimizarse.

-Yo soy el que hace las preguntas aquí! y ni se te ocurra mentirme! - le advertí, sujetándola del cuello, pudiendo sentir
como se retorcía por el dolor.

-Ayú...deme... - ví que estrechaba su mano derecha hacia Zeref, el cual nos miraba como disfrutando de la situación.

-Ya no hay duda de que tú aún trabajas para este desgraciado, y que yo era tu objetivo, entonces...por qué lo hiciste?
a cambio de qué? qué es lo que ganarías
con esto?! - le pregunté, no pude evitar dejar caer algunas lágrimas.

Sin embargo, en un ágil movimiento, Ultear me tomó del cuello y me lanzó hacia atrás. Se colocó encima de mí y formó una barrera alrededor de nosotros, de manera que así nadie se pudiera acercar.

-Sé que Gray está aquí también, sería una molestia tener que enfrentarme a él nuevamente - murmuró ella, dirigiendo su vista hacia los demás.

-Responde...lo que te pregunté - le dije, intentando safarme de ella.

-Creo que ya no tiene caso fingir más... verás, Sting, mis verdaderas intenciones contigo siempre fueron engañarte, conseguir tu poder y entregárselo a Zeref; se podría decir que no eras verdaderamente mi objetivo, ya que hay muchos Dragon Slayer ademas de ti - me dijo, con una sonrisa maliciosa en su rostro.