CAPÍTULO 32: LO QUE SOÑABA OÍR

450 33 8
                                    

Rogue POV'S

Casi no le dí tiempo a reaccionar, lo sé. En ese momento lo único que quería antes de hablar, era salir corriendo de allí, pero no era una buena opción. Al contrario, acabé siendo honesto con la persona que amaba y por mucho que me sorprenda no me arrepiento de ello. Pero, al oír un silencio como respuesta luego de sincerarme y soltar casi todo lo que guardé respecto a cómo me sentía últimamente, terminé decepcionándome de Sting otra vez. Cuántas veces van ya? perdí la cuenta, así que espero no sean muchas.

Llegué a Sabertooth cabizbajo, algunos me miraban extrañados, pero en el fondo sabían que no les convenía preguntarme nada. En eso me dirigí hacia mi habitación, pero Frosch me detuvo al pie de las escaleras.

-Estás bien, Rogue? - me preguntó, estaba preocupado.

-Sí... - me limité a responder, las lágrimas ya no me salían.

-Entonces...por qué estás triste? - al parecer Frosch me conocía mejor de lo que pensaba.

-...sólo tuve una pequeña pelea con Sting, nada del otro mundo. Ahora iré a dormir, Frosch - digo, con una sonrisa forzada.

-Frosch dormirá contigo! - exclamó mi compañero, logrando sacarme una sonrisa.

-De acuerdo - le respondí, tomándolo en mis brazos.

Al llegar a mi habitación me quité mis zapatos y me acurruqué junto a Frosch bajo las sábanas, sintiendo cómo se aferraba a mí con cariño.

"Estoy agradecido de tenerte en mi vida, Frosch" pensé, mientras mis ojos poco a poco se cerraban.

Durmiendo no sentiría nada, dolor, tristeza y decepción...ninguna de esas tres emociones se hacía presente estando dormido.






Narrador POV'S

-Escuchame, Sting! no será buena idea que vayas a hablar con él ahora, dale un poco más de tiempo! - Minerva trataba de calmar a un exasperado rubio.

-Ya fue suficiente tiempo, no crees?! así que déjame, debo ir a hablar con él! - le gritaba Sting, intentando safarse de ella.

Yukino observaba la situación desde lejos, hasta que decidió actuar. Se acercó sigilosamente a Sting, hasta estar a sólo dos pasos de él, con la intención de propinarle el mismo golpe que lo dejó inconsciente aquel día. Minerva se percató de su plan, por lo que se encargó de distraerlo lo mejor que pudo.

Yukino centró toda su magia en su mano izquierda, se colocó en la posición adecuada para atacar, y cuando alzó su mano para golpearlo...

-Ya no necesito um golpe como ese, Yukino - murmuró Sting, al mismo tiempo en que le sostenía con fuerza la mano izquierda.

Yukino lo quedó mirando con incredulidad, ya que aún estando de espaldas hacia ella pudo prevenir el ataque.

-Joder, pensé que funcionaría... - se quejó Minerva, irritada.

En un momento de descuido Sting aprovechó para escapar de Minerva, ya que las dos estaban distraídas. Ambas, luego de darse cuenta que el mencionado ya no estaba, se quedaron mirando preocupadas.

-Maldita sea...Sting! - gritó Minerva, a punto de ir a buscarlo.

-Déjelo, Minerva-sama...seguramente ya es hora de que ellos dos hablen en serio - la detuvo Yukino, su expresión se había tornado seria.

-Tienes razón...sólo espero que Sting no se vuelva a equivocar - dijo Minerva, suspirando.

Yukino le respondió con una tierna sonrisa, ya que ella confiaba plenamente en el Dragon Slayer de la Luz.

Entre Las Sombras | StingueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora