NUNCA DIGAS NUNCA, STING

508 37 3
                                    

Sting POV'S

Al día siguiente hice lo que la señorita Minerva me había recomendado, fui a hablar con Natsu-san para saber si obtuvo alguna información de Rogue.

Al llegar a Fairy Tail, desde fuera se podía oír el bullicio proveniente del gremio más fuerte de Fiore, Sabertooth poco a poco se les iba asimilando, aunque ya todos lo saben.

Entré sin llamar a la puerta, ya que si lo hacía nadie me escucharía.

-Sting! - me sobresalté al escuchar la voz de Natsu-san llamándome.

-Hola! - lo saludé como usualmente lo hacía.

No alcancé a decir nada más, ya que él me tomó desprevenido, me sujetó por el brazo derecho y me sacó fuera de ahí.

-Ahora podremos hablar más tranquilos - me dijo, sonriendo.

-Bueno, Natsu-san, vengo a... - no pude terminar la frase, ya que él me tapó la boca de un golpe.

-Ya sé que vienes a preguntar sobre Rogue, y pues, ya sabemos donde está - me dijo, quitándome la mano de encima.

-De verdad? y en dónde está? dónde se encuentra? está bien? - le preguntaba desesperado, pero recibí un puñetazo en el rostro por parte suya.

-Puedes calmarte?! eres desesperante, Sting! - exclamó Natsu-san, de forma brusca.

-De acuerdo, perdóname, pero es que me preocupo por él, no quiero que le pase nada - me disculpé, calmándome un poco.

-Ahora te preocupas por Rogue, después de lo que le hiciste? - me preguntó, frunciendo el ceño.

Tenía razón, había sido un completo imbécil por tratarlo de esa manera, no hay ninguna excusa que valga para lo que le hice, pero nunca es tarde para arreglar las cosas.

-En fin...Rogue se encuentra en la ciudad de Hargeon, se está hospedando en una posada que está casi a la entrada
de la ciudad, es un apartamento de color rojizo con puertas y ventanas blancas - me dijo, yo solo asentía, memorizando todo.

-Gracias, te debo una por esto, de verdad - le dije, realmente agradecido.

-Ah, y una cosa más...la dueña del lugar nos mintió cuando le preguntamos sobre si Rogue estaba allí, pero pude sentir su aroma en alguna parte de esa posada; no sabemos por qué habrá mentido, pero si tú vas y preguntas por él, seguramente te mentirá, así que ahí tú te las arreglarás - me aconsejó Natsu-san, algo desinteresado.

-No hay problema, ahí veré que puedo hacer - le respondí, pensativo.

-Irás a buscarlo ahora mismo? - me preguntó él, curioso.

-No...primero tengo que aclarar algunas cosas en mi mente, y luego...veré que hago, nos vemos y gracias! - le dije, marchándome de allí.

Durante el camino pensaba en qué le diría a Rogue cuando lo viera...él no me perdonaría, eso era seguro, y más por lo que puso en la carta..." Si algún día recapacitas y te das cuenta de lo equivocado que estabas, no te molestes en venir tras de mí para pedirme perdón". No me daría por vencido así tan fácil, además, nunca le hago caso. Sin embargo, después de saber aquello... "Rogue-sama...está enamorado de ti, de hace mucho tiempo" podríamos volver a ser los mismos de antes? nos podríamos volver a mirar de la misma manera que en el pasado?. A veces se me pasaba esa posibilidad de que Rogue sintiera algo por mí por la mente, pero nunca pensé que fuera cierto. Debo imaginar todo lo que sufrió en silencio por mi culpa, siempre poniéndome excusas para que no me preocupara...soy un idiota!!! no hay alguna forma de que yo pueda compensarle todo ese daño sufrido. "Y si...acaso yo...?" empecé a pensar, un leve sonrojo se apoderó de mis mejillas...NO, NO, NO Y NO! no hay manera en que yo pueda llegar a sentir algo por él! imposible! nunca pasará! nunca jamás!

Tenía que desahogarme con alguien, y conocía a la persona perfecta para ello. Me apresuré en llegar al gremio, y cuando llegué me sentí aliviado, ya que Minerva aún no se iba a hacer alguna misión.

-Sting-sama! - exclamó Yukino al verme llegar.

-Necesito hablar contigo, Minerva, es urgente - le dije, intentando recuperar el aliento.

-Claro, vayamos al patio trasero - me señaló, Yukino se despidió de nosotros, tal parece que iba a hacer una misión.

Estando ya en el patio de atrás, mis nervios aumentaron. Minerva esperaba a que yo comenzara a hablar.

-Verás, yo quería hablarte de algo...muy importante...y tie-tiene que ver con Rogue - le dije, sumamente nervioso.

-Deja de titubear y ve directo al grano! - exclamó, dándome un puñetazo en la cabeza.

-De acuerdo, tranquila...es difícil de decir, yo...me siento algo raro cuando pienso en Rogue, todos estos años lo ví como un hermano, como un simple amigo, y ahora, luego de lo que pasó... - iba a continuar, pero ella me interrumpió.

-Te sientes extraño con respecto a él? lo más probable es que estén apareciendo nuevos sentimientos en ti, Sting - me dijo, soltando una corta risa.

-Busco alguna forma de aclarar esto en mi mente, pero es inútil...termino enredándome más - le dije, tapándome el rostro, me sentía un poco avergonzado.

-Sí hay una manera más rápida para aclarar ese revoltijo en tu mente, lo único que tienes que hacer es robarle un beso - me dijo, con toda la simpleza del mundo. Si antes estaba avergonzado, ahora lo estoy aún más!

-Cómo se supone que le robaré un beso?! - le pregunté, atónito.

-Por como están las cosas entre tú y él, no debe ni querer verte, la tienes difícil Sting - me dijo, con sarcasmo.

-Gracias por ayudarme - le respondí de la misma forma.

-No se trata de ayudarte, Sting...la jodiste muy feo con Rogue, ni siquiera debería estarte aconsejando ahora, ya que no lo mereces - aquello que dijo me llegó fuerte, pero no podía reclamar, ya que era verdad.

-Aunque Rogue no me perdone...sólo quiero que vuelva a estar aquí con nosotros, incluso si tengo que arrodillarme para convencerlo, lo haré...pero sólo lo quiero aquí, en el gremio, aunque no me dirija la palabra con su presencia me basta - le dije seriamente, mi voz se hizo totalmente fría, Minerva estaba sorprendida.

-Pues entonces ve por él y arreglen las cosas, y de paso aclaras tus sentimientos por Rogue. Eres inteligente Sting, sé que se te ocurrirá algún plan para descubrir lo que sientes - me dijo Minerva, sujetándome por los hombros.

Me sonrojé ante esto último, ella puso
toda su fé en mí, por lo que no le fallaría y conseguiría mi objetivo.

Al anochecer no podía conciliar el sueño, estaba nervioso, ya que mañana volvería a ver a Rogue. Me sonrojé por completo al recordar aquel día en que Rogue entró a mi habitación sin tocar la puerta y me vió desnudo; en ese momento lo odié, pero ahora me hacía mucha gracia.

Estaba seguro de que no dejaría ir a la otra parte de mí que complementaba mi vida, no podía estar lejos de mí, simplemente no lo soportaría.

-Mañana nos veremos, Rogue - murmuré, para luego cerrar mis ojos y caer en un profundo sueño.

Entre Las Sombras | StingueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora