¡NO ES VERDAD!

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Rogue POV'S

Había despertado recién, dentro de unos días me darían el alta, y eso me tenía aliviado. Pero mi mente se encontraba inquieta, debatiéndose en un mar de dudas, y siempre por la misma persona: Sting. Unos golpes en la puerta me sacaron de mis pensamientos, me reincorporé con cuidado al oír la voz de Juvia.

-Rogue-sama, puedo pasar? - me preguntó desde el otro lado de la puerta.

-Claro Juvia, pasa - le respondí.

Entró, cerró la puerta tras de sí y se sentó a mi lado.

-Ro-Rogue-sama, hay algo que debo decirle - habló ella titubeando, por lo que la quedé mirando extrañado.

-Pasó algo? - le pregunté, empezando a preocuparme.

-Es...es sobre Sting - me dijo, y sentí que el corazón se me apretaba.

-Le sucedió algo? él está bien? - le pregunté, algo alterado.

-Cálmese, Rogue-sama. Sting se encuentra bien, es sólo que...parece que él está saliendo con una chica - lo dijo casi como en un susurro, y por alguna razón sentí ganas de llorar.

No pude ocultar mi asombro y frustración, cómo puede estar saliendo con una chica? ya me dejó de lado y no le importa lo que pase conmigo?; esperen un momento...todos sabemos cómo es Juvia, fácilmente podría estar confundiendo las cosas y fantaseando con algo que nunca existió.

-Espera, Juvia...por qué lo dices? viste u oíste algo? - le interrogué, debería tener pruebas sobre eso, no?

-Hoy Sting llegó acompañado de una chica a nuestro gremio, después se fueron juntos, y al final terminaron ambos en un parque - me dijo con seguridad.

-Ya veo...Sting puede hacer lo que quiera con su vida, no soy nadie para prohibirle estar con alguien - le dije, en cualquier momento rompería en llanto; quería que Juvia me dejara solo, pero no sabía cómo pedirle que se fuera sin ofenderla.

-Rogue-sama...no es necesario que finja ser fuerte frente a mí, sé perfectamente lo que siente por Sting, imagino cómo debe sentirse ahora, quizás no tuve que decirle esto pero me sentí en la obligación de contárselo - me dijo, con ese tono tan respetuoso y educado de siempre.

No fui capaz de decir nada más, las lagrimas saldrían después de todo. Mis ojos comenzaron a humedecerse, a lo que tuve que tapar mi rostro, ya que no quería que ella me viera llorar.

En eso siento un cálido abrazo...Juvia me estaba abrazando? no me quedó más remedio que refugiarme en sus brazos, tal vez necesitaba apoyarme en alguien, desahogarme, sea como fuera, dejar mi orgullo de lado y desechar todas éstas lágrimas de una vez por todas.

-No sienta verguenza de llorar a mi lado, Rogue-sama, créame que entiendo cómo se siente ahora - murmuró, aquella voz suya emanaba dulzura, paz y tranquilidad.

No pude parar de sollozar, me aferraba suavemente a su ropa, y parecía no importarle; daba las gracias al tener a alguien como ella en este instante. No podría soportar que Sting estuviera con otra persona que no fuera yo, que una desconocida llegara a rozar tan siquiera sus labios. Si no tolero que Natsu lo toque, mucho menos toleraré que una persona a la cual no conozco le ponga un dedo encima.

De repente y sin previo aviso entra Sting por la puerta, observando aquella situación. Juvia abrazándome, mientras que yo sollozaba aún.

-Interrumpo...algo? - al oír su voz enseguida me aparto de Juvia, secándome rápidamente las lágrimas.

-Rogue-sama se sentía un poco agobiado y sólo le brindé apoyo, nada más - respondió Juvia por mí.

-Gracias Juvia, te debo una - le dije, sonriendo como si nada.

-No se preocupe, para eso estamos los amigos - me dijo haciendo una reverencia, para luego dejarme a solas con Sting.

Me sequé las pocas lágrimas que aún bajaban por mis mejillas, pero Sting me tomó ambas manos mirándome preocupado, logrando sonrojarme en contra de mi voluntad.

-Por qué estabas llorando? no me mientas, porfavor - exigió saber, sin soltarme las manos.

Lo quedé mirando. Cómo preguntarle sobre aquello sin levantar sospechas? además, tendría sentido preguntarle? sólo me considera un amigo y hermano por lo que no debería entrometerme en su vida tampoco.

-Juvia me contó algo acerca de su pasado, sentí mucha tristeza y no pude evitar llorar - me justifiqué, intentando sonar convincente.

Me miró unos segundos, quizás estaba analizando mi respuesta y decidir si creerme o no. Le sonreí, tragándome las lágrimas restantes y volviendo a ser yo mismo, para que no siguiera insistiendo.

-Parece que Juvia sí sabe cómo hacer llorar a las personas, pero tranquilo, todos tenemos pasados dolorosos que a veces no quisiéramos contar - me dijo soltándome al fin, aunque deseaba que no me soltara nunca más en la vida.

-Y ha pasado algo interesante en el gremio? - le pregunté, cambiando de tema.

-Quería que supieras que conocí a una chica - me dijo, feliz.

En serio estaba pasando esto?

-De verdad? y cómo es? le agradaste? - le interrogué de forma normal, así como buenos amigos.

-Sí, es muy bonita, agradable, tierna y su voz es como la de un ángel - decía entusiasmado.

"Cállate, Sting."

-Que bueno, y te atrae o algo? - le pregunté, manteniendo mi expresión de felicidad, a pesar de que me estuviera rompiendo por dentro.

-Pasamos un rato conversando, me siento cómodo al estar a su lado, y creo que podría llegar a gustarme - decía él, pensativo. "Cállate Sting, ya no sigas, porfavor."

-Estaré feliz por ti si llegases a tener algo especial con ella, además eres una buena persona; de seguro eres el hombre perfecto para ella - me limité a decirle, la voz me temblaba, pero qué importaba? me estaba alejando más y más de Sting.

-Me alegra que me apoyes, por eso te considero mi hermano. Tú, Lector y Frosch son lo único que tengo - me dijo, conmovido.

-Descuida, ahora si no te importa...quiero dormir, me duele un poco la cabeza - le dije, recostándome.

-Claro, mañana vendré a verte con aquella chica, me gustaría que la conocieras! - exclamó, ilusionado.

Yo sólo asentí, y lo ví marchándose con una sonrisa en su rostro. Dolía saber que la razón de esa inmensa felicidad no era yo, quizá...yo sólo podía ser la razón de sus preocupaciones y penas.

-Rogue... - un murmuro me hizo sobresaltarme al instante.

-¡¿Tú otra vez?! - grité, mirando hacia todos lados.

-Podemos acabar juntos con aquella chica que te quiere alejar de Sting, por qué no lo piensas mejor? si me dejas apoderarme de ti por completo te aseguro que ya no habrá más dolor ni tristeza... - me decía, de una manera escalofríante.

-¡Cállate! es que acaso no me vas a dejar en paz nunca?! no te necesito, vete de una vez! - le gritaba, poniendo ambas manos en mi cabeza.

-Eres débil, Rogue...sé que algún día te vas a entregar a mí, y ese día será cuando ya no puedas soportar la pesada realidad con la que estás cargando - y dicho esto último, la presencia de esa voz desapareció, dejando una lejana risa que se desvaneció al cabo de unos minutos.

Pasara lo que pasara no me iba a dejar llevar por esa sombra, jamás iba a apoderarse de mí, no mientras Sting se mantuviera a mi lado.

Entre Las Sombras | StingueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora