CAPÍTULO 31: CORAJE

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Rogue POV'S

(Al amanecer)

La luz del sol matutino se filtró a través de las blancas cortinas de la habitación de Juvia, así que poco a poco me fui despertando. Dirigí mi vista hacia donde yacía Juvia dormida hace apenas unas horas atrás y ya no estaba allí en su cama.

Me reincorporé en el sillón y me estiré, aún estaba somnoliento.

-Juvia? - pregunté, refregándome los ojos.

-Buenos días, Rogue-sama! - me saluda ella, apareciendo por el baño.

-Buenos días... - la saludé, deseando volver a dormir.

-Puedes darte una ducha si gustas mientras preparo el desayuno, aún es muy temprano para irnos al gremio - decía Juvia, dejando mi ropa sobre la cama.

-Qué hora es? - le pregunté, levántandome.

-Las 06:25 - me respondió, sonriente.

"Con razón tengo tanto sueño...las 06:25?!"

-Espera, Juvia...aún no son ni las siete y ya estás arreglada?! - le pregunté, atónito.

-Siempre suelo despertarme a las 05:45 Rogue-sama - me respondió ella con una tierna sonrisa.

-Pero, Juvia... - antes de poder responderle, ella ya se había ido del cuarto.

Suspiré pesadamente, tomé mi ropa y me fui hacia el baño...seguramente ésta sería una experiencia que jamás olvidaría. Cerré la puerta tras de mí, dejé mi ropa al lado del lavamanos, y al correr la cortina de la ducha...sentí ganas de vomitar.

"El jabón y la esponja...con la cara de Gray" me dije, irritado. Dudaba en si meterme o no, hasta que decidí hacerlo; tan sólo sería una vez.

"Cómo se pondría Sting si me viera usando esto?" pensaba entre risas mientras me bañaba. Luego de estar totalmente limpio y aseado salí del baño, encontrándome con una Juvia avergonzada.

-Di-Disculpa por no decirte que...la decoración de mi cuarto... - se excusaba ella, abochornada.

-Tranquila, no fue un problema - le dije, con una gotita en mi frente. "Sólo fue un trauma de por vida, no te preocupes."

-Desayunemos? ya está listo - me dijo Juvia, señalándome una mesita de centro.

Cedí, y me senté al lado de ella con algo de timidez. Desayunamos, conversamos y nos reímos, duramos así un buen rato hasta que dieron las once de la mañana.

-Nos tenemos que ir al gremio, Minerva irá a buscarte dentro de poco, así que démonos prisa - me dijo Juvia, mientras ordenaba todo.

-Sí! - le respondí, ayudándole a ordenar.

Cuando salimos del cuarto nos topamos con una pequeña niña de cabello azulado, la cual logré reconocer enseguida.

-Tú eres...Wendy, verdad? - le pregunté, observándola detenidamente.

-Y tú eres el compañero de...? - no alcanzó a terminar su pregunta, ya que Juvia le tapó suavemente la boca.

-Shh...Wendy, no hace falta que lo digas - la calló ella, asustándola un poco.

-Juvia-san, aquí no dejan entrar a hombres -  le respondió Wendy, preocupada.

-Esto es una excepción, no se lo digas a nadie y menos a Erza; será un secreto entre las dos, vale? - le pidió Juvia, algo nerviosa.

Wendy me miraba de pies a cabeza, sabía perfectamente quién era yo; cómo me olvidaría después de haberle hecho de manera tan brusca aquella pregunta hace tiempo atrás?

Entre Las Sombras | StingueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora