11: Una Premonición

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LLOYD'S POV

Desperté de un susto sobre la cama. Me llevé las manos al corazón, puesto que un frío parecía correr desde el centro de mi pecho. Mi sequé el sudor de la frente, y me relajé.

Lo que sea que hubiera pasado mientras dormía, había sido sólo un sueño.

Cuando me recuperé, me percaté de que aún era de noche, puesto que la habitación estaba a obscuras, excepto por el rectángulo de luz que iluminaba por la ventana desde mis espaldas. Me giré, y vi la enorme luna blanca resplandeciendo en la bella oscuridad de la noche. Era una linda noche, pero si lo mal recordaba, debería haber un balcón con cortinas detrás mío, no una ventana.

Estiré los brazos, mirando al rededor. Pero me di cuenta, que estaba solo. Las otras cuatro camas de la habitación estaban vacías, abandonadas, ningún rastro de que alguien hubiera estado ahí recientemente, y mis hermanos: Kai, Cole, Zane y Jay habían desaparecido.

De repente estaba de pie, lo que me extrañó. Aún seguía en pijama, en medio de la habitación, y mi cama había desaparecido.

Algo muy extraño estaba sucediendo aquí.

La puerta de marfil delante mío llamó mi atención, estaba a punto de dirigirme hacia ella cuando, en el suelo, la luz de la luna que se colaba por la ventana se volvía roja, y sobre la sombra de mi propio cuerpo, apareció un monstruo, un monstruo del bosque de las almas, rugiendo.

Grité y del susto corrí apartándome, dándome la vuelta y chocando mi espalda contra la puerta.

Pero no había ningún monstruo ahí, y la luz de la luna ya no era roja, sino blanca, como debía de ser.

Pero las camas de los otros también habían desaparecido, la habitación había quedado completamente vacía, excepto por una caja rectangular, larga, de madera, yaciendo en el centro de la habitación.

Pero antes de pensar cualquier cosa, alguien tocó desde el otro lado de la puerta.

Tragué saliva, y lentamente, giré la perilla. Apenas iba a asomarme a ver qué o quién estaba del otro lado, cuando un brillo segador apareció a mi espalda, y con una fuerza inexplicable me arrojó contra la puerta, rompiéndola por completo.

Pero del otro lado no había nada que amortiguara mi caída. Absolutamente nada.

Caí, caí y caí por el oscuro vacío, gritando por ayuda, y cuando menos lo pensé, mi cara chocó contra un suelo de piedra duro, provocándome raspaduras por todo el cuerpo.

Levanté la vista, me sacudí el polvo, y me puse de pie.

Reconocí el lugar al instante, aunque muy, muy diferente a como lo recordaba. Estábamos en Ninjago, o lo que quedaba de él.

El cielo se había tornado rojo, la ciudad...estaba destruida, partes flotantes de tierra con edificios en llamas por todas partes, casas destruidas, mientras mi propia parte de tierra se estaba hundiendo. Era como estar en Dijinjago, pero peor.

Pero no estaba solo. Mi parte de tierra, no era muy extensa, pero pude distinguir un cuerpo envuelto en ropa negra del otro lado, como si alguien lo hubiera arrojado ahí para dejarlo morir.

Me acerqué lentamente, sentándome de rodillas a un lado, el sujeto tenía un casco negro sobre la cabeza. Lo jalé del hombro de modo que estuviera boca arriba, pero aún no mostraba señales de vida. Puse las manos a ambos lados del casco y se lo quité de la cabeza.

Ninjago II: The Last Day With Us [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora