20 años atrás...
Narra Kristen:
Ya es la segunda vez que las kitties tratan de sacarnos el puesto... empezando por mí chico, Adam.
No puedo creer como estas inútiles creen poder reemplazar a una fraternidad que se ha formado desde que la Universidad se creó. Todos nuestros antepasados estuvieron ahí y nosotras seguimos la racha, obviamente que entran niñas nuevas todos los años, pero las que tuvieron un familiar aquí obligatoriamente tienen que estar en nuestra fraternidad.
En este momento estábamos discutiendo con las chicas sobre que íbamos a hacer.
Kala, mi mejor amiga, es la líder de las Pinkest. Ella lo heredó de una chica la cual se fue el año pasado, ambas se llevaban muy bien y ella la escogió. Lo tiene muy bien merecido, ella se preocupa mucho y hace tres años cuando entró se viene preocupando. Nosotras también nos preocupamos por todo de nuestra fraternidad, pero ella es especial.
Stacy, es mi otra mejor amiga, a ella la había elegido Kala, al igual que a mi, para que vengamos a vivir con ella a la casa de la fraternidad. Solo tiene tres habitaciones así que solo podemos estar nosotras tres durmiendo aquí, y bueno a veces algún chiquillo.
—No lo se Kal, yo no las soporto más, Brenda ya se quiso acostar con mi novio más de una vez. Por suerte Adam sabe controlarse.— le dije preocupada.
—Ellas se visten como nosotras, hacen todo como nosotras, no entiendo como las otras personas de la Universidad no se dan cuenta de que ¡son una copia barata de nosotras!— estalló Stacy.
Kala nos miró tratando de darnos una respuesta para calmarnos, pero no podía, ella estaba igual que nosotras.
—No lo se chicas... voy a investigar en los libros de nuestras antepasadas.— se levanto del sillón y fue a nuestro armario de libros. Sacó algunos que tenían mucho polvo y los puso en la mesita ratona que teníamos entre medio de nosotras.
Los libros tenían muchísimo polvo, son muy viejos y nosotras ni los abríamos, siempre estaban ahí.
Nos quedamos toda la tarde leyendo. Los libros eran muy gruesos y había muchos... no terminaríamos jamás.
—Creo que la única respuesta será aceptar que hay otras chicas que pueden ser como nosotras y que la fraternidad pinkest tiene a su fraternidad gemela.— Dijo Stacy. Al escuchar esa comentario tan horroroso le revolee un libro. Auch, eso debió doler.
—¿Qué te pasa Kristen?— me lo revoleó pero yo lo atrapé.
Ella revoleó los ojos y yo le estaba por contestar pero Kala me calló.
—La única manera de demostrar que una fraternidad es superior a otra es haciendo la batalla de diosas griegas, esta batalla consiste en una serie de objetivos, los cuales los elegirá el organizador de batalla– elegido por ambas fraternidades–, y la que gane se quedará con todo el imperio de la otra fraternidad y su imperio, teniendo el control de ambos.— leyó Kala la respuesta de nuestra crisis.
—Tenemos que decirle a las otras pinkies e ir a hablar con el director Sellers. ¡Ya!— grité y salimos corriendo. Agarramos nuestras motos rosas y fuimos al patio de la Universidad para reunirnos con las otras.
Luego de contarles y que ellas aceptaran, fuimos a hablar con el director Sellers para que acepte esta batalla, seguro acepta, puedo jurar que se ha acostado con varias estudiantes de aquí.
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¡La perra más perra!
Novela JuvenilEmma Hastings, una chica normal con una belleza natural inigualable lleva dentro el corazón roto por West Collins y por eso al entrar a la universidad decide que ningún chico va a romperle su corazón jamas y va a ser una total perra, por eso decide...